Siete claves para proteger los oídos de los niños en verano

La humedad, el ruido o los cambios de presión son algunos de los factores que pueden dañar los oídos durante esta época del año. Y aunque los adultos no estamos exentos de padecer molestias, infecciones,otitis o tapones de cera, normalmente son los niños el colectivo más vulnerable.

Por eso, los expertos de Oticon han elaborado una serie de consejos para cuidar los oídos de los peques este verano: medidas sencillas de aplicar que nos ayudarán a evitar cualquier molestia auditiva.

Tapones para el agua

Aunque hay expertos que recomiendan el uso de tapones para los oídos sólo en los casos en los que el niño tenga algún problema (eccemas, infecciones de repetición, intervención quirúrgica...), otros en cambio aconsejan usarlos cada vez que el menor se bañe en la piscina o el mar, como una medida eficaz para proteger el conducto auditivo de posibles gérmenes.

Los tapones se venden en farmacias y parafarmacias de grandes almacenes, y podemos encontrarlos tanto fabricados en silicona como en cera. Una vez comprados, es importante manipular y conservar los tapones de manera higiénica, y desecharlos en caso de suciedad o deterioro.

Como decimos, hay médicos que aconsejan limitar su uso sólo a determinadas situaciones, y en su lugar vigilar el tiempo que el niño pasa dentro del agua, para que éste no sea excesivo. Por eso ante la duda sobre si usar o no tapones para el agua, lo más recomendable es consultarlo con tu pediatra y que sea él o ella quien os recomiende qué hacer al respecto.

Secar los oídos tras el baño

Con independencia de si se utilizan o no tapones, es fundamental secar bien los oídos tras el baño, ya que este sencillo gesto puede prevenir otitis e infecciones debido a la humedad. Además, los expertos recomiendan que el secado se realice tanto en verano, tras los baños en la piscina o el mar, como en invierno tras la ducha diaria.

Para hacerlo no necesitamos más que nuestro dedo envuelto con el extremo de una toalla, con la que secaremos suavemente el pabellón auditivo externo, y por supuesto nada de usar bastoncillos ni ningún otro objeto que pueda introducirse en el oído.

Otro truco para extraer el agua que haya podido quedar dentro, es pedir al niño que ladee la cabeza y de pequeños saltos. La presión ejercida por el salto hará que el líquido que haya quedado dentro salga con más facilidad.

Bañarse en agua limpia

Las infecciones de oído también pueden deberse a que el agua en el que nos bañamos no esté lo suficientemente limpia (sobre todo en estanques, pozas, ríos...), por lo que como medida preventiva lo mejor es evitar el baño en lugares con características poco higiénicas.

Cuidado con las zambullidas

Zambullirse de golpe en la piscina o el mar cuando hay profundidad, propicia la entrada de gran cantidad de agua de manera repentina al oído, y esto puede ocasionar problemas. Por eso, los expertos recomiendan evitar tirarse al agua de esta forma.

Aunque esta medida de prevención puede no aplicar en caso de niños pequeños, es importante tenerlo en cuenta de cara a un futuro.

En cualquier caso, y con independencia de los posibles problemas auditivos que las zambullidas puedan ocasionar, es fundamental tener muy presente una serie de medidas de precaución cuando nuestros hijos estén bañándose en el mar o en la piscina, y el modo en que se sumergen en el agua es un factor importante a considerar para evitar incidentes.

Ruidos fuertes

El verano es la época del año por excelencia en la que más se disfruta de fiestas populares, ferias, conciertos y festivales. Estos entornos se suelen caracterizar por la música y el ruido elevado (pirotecnia, atracciones de feria...), por lo que se recomienda proteger los oídos de los niños para evitar problemas, tanto en el momento como futuros.

Existen tapones especiales que, si bien no evitan escuchar por completo, sí amortiguan la presión sobre el tímpano a la vez que nos permite mantener la atención de la música y otras personas. ¡Y es que no hay nada más molesto e irritante como los zumbidos o pitidos que se producen en el oído tras una larga exposición a un ruido elevado!

Corrientes de aire

Aunque el verano es época de calor sofocante, también lo es de ventiladores y aire acondicionado, que en ocasiones genera corrientes de aire frío que inciden sobre los oídos provocando molestias.

Este aire a baja temperatura puede ocasionar dolores, por lo que entre otras recomendaciones, se aconseja mantener una temperatura constante de unos 22-24º, que el aire no incida de manera directa, y colocar recipientes con agua para humedecer la estancia.

Cambios de presión

El verano es también época de viajes, por lo que a todo lo mencionado anteriormente por los expertos de Oticon, nosotros añadimos además los cambios de presión que en ocasiones tantas molestias provoca en los oídos.

Los niños suelen acusar con más intensidad que los adultos estos cambios de presión cuando realizan un viaje en coche por carreteras de montaña, o cuando vuelan en un avión, por ejemplo. Y aunque el dolor dura apenas unos minutos y no tiene consecuencias a largo plazo, podemos ayudarles a aliviar las molestias poniendo en práctica estos sencillos consejos:

  • Ofrecerles agua con frecuencia para que traguen y se abran las trompas de Eustaquio.

  • Animarles a bostezar cuando sientan que el oído se ha taponado.

  • Si el niño es mayor, puede ayudarle masticar chicle.

  • Para niños más pequeños, el chupete puede ser un gran aliado.

  • En los viajes en avión, ponerse al bebé al pecho o darle biberón, especialmente en los momentos de aterrizaje y despegue.

El verano es, en definitiva, un momento en el que disfrutar, descansar y coger fuerzas para el resto del año, por lo que seguir estos sencillos consejos ayudará a que nuestra salud auditiva se mantenga protegida ante cualquier plan que se nos ponga por delante.

Pero si aún siguiendo las recomendaciones expuestas, tu hijo da muestras de dolor, picazón o pérdida de audición, consulta de inmediato a tu pediatra. Podría tratarse de una infección que requiera de tratamiento.

Fotos iStock, Pixabay

En Bebés y Más Cuidado con las otitis en verano, Las cuatro razones por las que no deberías usar bastoncillos para las orejas de tu bebé, ¿Tu hijo pasa mucho tiempo dentro del agua? Atención a los tapones de cera en verano

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