Bronquiolitis, la enfermedad "estrella" del invierno

Ha llegado por fin el frío y, como no, también ha hecho presencia la bronquiolitis, la enfermedad "estrella" del invierno.

Como todos los años por esta época, ha empezado la epidemia de bronquiolitis. Los centros de salud y los hospitales reciben una avalancha de niños afectados por esta enfermedad respiratoria, la más frecuente en niños lactantes y menores de 2 años, la cual mal cuidada puede tener consecuencias graves.

A menos el 40 por ciento de los niños sufre un episodio de bronquiolitis antes del primer año de vida. La peor parte se la llevan los bebés y los niños pequeños porque sus vías respiratorias, al ser pequeñas, se bloquean con mayor facilidad. En algunos casos, los niños necesitan ser ingresados, y se cree que haber padecido bronquilitis puede predisponer a desarrollar asma en el futuro.

A continuación, conoceremos más a fondo esta enfermedad propia del invierno que trae de cabeza a los padres de niños pequeños. Aunque también puede darse en otras épocas del año, el periodo más frecuente es de noviembre a abril.

¿Qué es la bronquiolitis?

Es una enfermedad provocada por la infección de los bronquiolos causada por el <a href="virus respiratorio sincitial (VRS o SRV) que afecta a menores de 2 años, en especial a los menores de 6 meses. Los bronquiolos, las últimas ramificaciones de los bronquios, los cuales miden apenas 2 mm de diámetro, al infectarse, se inflaman y obstruyen impidiendo el paso del aire.

El virus respiratorio sincitial afecta al 95 por ciento de los niños, es decir que casi todos lo sufren alguna vez. A veces cursa como un catarro simple, pero otras desencadena una bronquiolitis.

Es una enfermedad muy contagiosa. Se transmite cuando las secreciones del niño entran en contacto con las mucosas de otro niño, por tanto las manos son la principal vía de contagio. Es importante lavarse bien las manos después de estar en contacto con un niño con bronquiolitis.

El grupo de mayor riesgo son los lactantes pequeños, aquellos bebés nacidos prematuros, con enfermedades de base o malformaciones congénitas.

Síntomas de bronquiolitis en los niños

Comienza como un catarro de vías altas, es decir un resfriado con tos y mocos, con o sin fiebre. La diferencia es que a los dos o tres días, cuando se supone que debiera mejorar, el niño va empeorando a nivel respiratorio.

Los síntomas más frecuentes en caso de bronquiolitis son:

  • Tos
  • Dificultad para respirar (fatiga): observamos que se hunden las costillas y el pecho al respirar. Es un cuadro angustiante.
  • Pitos o sibilancias: silbidos agudos al exhalar
  • Aumento de la frecuencia respiratoria
  • Pérdida del apetito
  • Puede haber fiebre o no. Si la hay, es una fiebre moderada (38º-39º)
  • Los niños pequeños pueden presentar apenas, episodios en los que dejan de respirar por poco tiempo
  • Puede haber otitis asociada
  • Puede haber decaimiento

Cómo tratar la bronquiolitis

Si el niño presenta los síntomas anteriores es necesario acudir al pediatra para que confirme el diagnóstico y evalúe la situación.

La mayoría de los casos, la bronquiolitis presenta síntomas leves que pueden sobrellevarse en casa con algunas pautas.

El tratamiento de soporte consiste en fraccionar las tomas (menor cantidad de comida cada menos tiempo), posición semiincorporada, lavados nasales frecuentes con suero fisiológico, y mantener al niño hidratado. También se recomienda en estos casos la fisioterapia respiratoria, palmadas suaves en la espalda con la mano hueca para ayudar a eliminar la mucosidad.

Debéis evitar el humo en la casa, y los ambientes cargados, así como mantener el ambiente con un nivel de humedad adecuado. En cuanto a medicamentos, deben ser prescritos por el pediatra, pero no se utilizan antibióticos y sólo antitérmicos en caso de fiebre.

Si véis que el niño empeora, no quiere comer y presenta mayor dificultad para respirar, debéis acudir a urgencias. Igual que si hay pérdida de conocimiento, disminución importante de la frecuencia cardiaca, color de la piel azul, uñas azuladas o imposibilidad para caminar o para comer.

En los casos más graves los niños deben estar especialmente controlados, por lo que el pediatra recomendará, en su caso, el ingreso hospitalario. Los cuadros moderados y severos se suelen ingresar entre tres y siete días, dependiendo de la evolución del niño. En casos específicos se requiere ingreso en cuidados intensivos.

La enfermedad tiene una evolución lenta. Dura entre una y dos semanas, aunque hasta recuperarse completamente pueden pasar hasta 30 días.

Relación entre bronquiolitis y asma

La bronquiolitis y el asma son dos enfermedades respiratorias muy diferenciadas. Sin embargo, algunos estudios sugieren que los cuadros de bronquiolitis podrían estar relacionados con la presencia de asma en el futuro.

La mayor parte de los niños asmáticos han tenido bronquiolitis cuando eran bebés, lo cual podría indicar una peculiar manera de responder ante los virus por parte de estos niños. Se cree que haber tenido una bronquiolitis predispone al niño a que en futuros procesos catarrales vuelva a desarrollarse la enfermedad debido a que los bronquios se hacen hiperreactivos y reaccionan contrayéndose y obstruyendo el paso del aire.

De todas formas, haber presentado episodios de bronquiolitis de niño no significa que será asmático de adulto. Sólo uno de cada 3 ó 4 será asmático de mayor.

Si la bronquiolitis, la enfermedad "estrella" del invierno ya os ha visitado, os recomendamos mucha paciencia y cuidados para el bebé. Si aparece, seguid las pautas que hemos dado anteriormente y ante la mínima duda consultad al médico.

Fotos | APM Alex y inferis en Flickr Más información | Aeped En Bebés y más | La bronquiolitis, peligrosa en invierno, La bronquiolitis no se toma vacaciones de Navidad

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