Niños con alta sensibilidad en Navidad: cómo hacer adaptaciones para que disfruten sin renunciar a la magia

La Navidad es una época muy bonita y que disfrutan muchas personas, pero que para los niños con alta sensibilidad puede ser una experiencia incómoda.

Desde las luces que parpadean y los villancicos a todo volumen, hasta las casas llenas de gente y los horarios descontrolados, las fiestas pueden convertirse en una experiencia sensorial intensa.

Si este es tu caso, te compartimos algunas cosas que puedes hacer al respecto para adaptar la Navidad a sus necesidades y sin apagar la magia de la época.

La clave está en dosificar y prepararse

No es necesario evitar las cosas típicas de la época, sino limitar la cantidad a la que los niños están expuestos. Con esto no nos referimos a cancelar planes o a eliminar actividades, sino a dosificarlas.

Por ejemplo, si tenemos diversos planes por hacer, hay que tratar de distribuirlos a lo largo de varios días, en lugar de querer hacerlo todo en una sola tarde.

Por otro lado, hablar con los niños y anticiparles para lo que habrá (qué va a pasar, quién estará y cuánto durará la actividad o evento) les ayudará a prepararse y a saber qué esperar.

Adaptaciones que puedes hacer para que se sientan cómodos

Hay algunas cosas que puedes hacer para adaptar las fiestas y que les ayudarán a sentirse menos estimulados, como lo siguiente:

1. Crea espacios para la calma. Una buena idea es proporcionarles un espacio tranquilo (un rincón, una habitación disponible) para que puedan tener un momento de calma durante las reuniones.
2. Cuida los estímulos. No hay necesidad de apagar las luces navideñas, pero sí podemos optar por luces fijas en lugar de parpadeantes, o por luces cálidas o tenues en lugar de blancas e intensas, así como moderar el volumen de la música y de los villancicos.
3. Vigila sus señales de cansancio o de sobreestimulación. Ten preparado un plan en caso de que los niños pidan irse o cuando notes que es necesario aislarse por un momento. Recuerda que no se trata de un capricho o de una rabieta, sino de una necesidad real.
4. Elige sus regalos conscientemente. El juguete de moda, que puede ser bastante ruidoso o tener luces de colores, quizás no es la mejor opción. Busca regalos que le ayuden a relajarse y respeten su sensibilidad.

Recuerda que adaptar no significa aislar y, con ajustes como los que hemos comentado, así como validando sus emociones y ofreciéndoles nuestro apoyo, los niños altamente sensibles también podrán disfrutar de la magia de la temporada.

Foto de portada | Anastasia Shuraeva en Pexels