Batch Cooking: qué platos preparar para toda la familia y cómo conservarlos correctamente

Hace unos días os hablábamos del batch cooking, una técnica de cocina que consiste en preparar en unas horas un menú familiar de comidas y cenas para toda la semana. Esta forma de cocinar tiene múltiples ventajas, siendo las más destacables el ahorro de tiempo y la alimentación saludable.

En el post de hoy seguimos con recomendaciones para poner en práctica el batch cooking, con ideas de platos que podemos preparar y cómo debemos conservarlos. ¿Te animas a ponerlo en práctica?

¿Qué platos podemos cocinar con la técnica batch cooking?

Antes de ponernos a cocinar debemos tener en cuenta la técnica de conservación que vamos a utilizar:

Conservar en frigorífico

Tal y como comentamos en el artículo anterior con las claves para cocinar siguiendo la técnica del batch cooking, la conservación de los alimentos en la nevera no debería superar los tres días (alguno más si el recipiente está envasado al vacío).

Así que teniendo en cuenta esta recomendación, cualquier plato podría cocinarse para conservarse después en frigorífico.

Conservar en el congelador

Pero si vamos a optar por congelar los platos que preparemos, debemos tener en cuenta qué recetas nos conviene hacer, pues no todo puede congelarse. En este sentido, tenemos que elegir platos cuyas propiedades (tanto nutricionales, como de sabor y textura) no se vean alteradas al congelarlos y descongelarlos posteriormente.

Algunos ejemplos que os aconsejo son:

Por otro lado, hay una serie de alimentos y preparados alimenticios que considero imprescindibles tener siempre congelados, pues nos permiten ganar mucho tiempo en la cocina elaborando, en pocos minutos, un plato rico y saludable ahorrándonos parte de su preparación:

  • Salsas caseras, como salsa de tomate, boloñesa, salsa de marisco o marinera, pisto, sofrito de verduras... Teniendo siempre en nuestro congelador este tipo de salsas, podremos echar mano de ellas para completar nuestros platos recién hechos.

Por ejemplo: cocemos en el momento una pasta, y a continuación incorporamos una salsa casera que previamente hayamos hecho y descongelado. El resultado puede ser un rico plato de pasta boloñesa en poco más de cinco minutos.

  • Caldos de pollo, pescado o verduras son también un recurso fantástico para tener congelados, ya que no solo nos permitirá preparar una rica sopa en un momento dado, sino utilizarlos como base en muchos guisos, ahorrándonos tiempo en su preparación.

Por ejemplo: con el caldo de pescado acsero ya preparado y descongelado, podemos elaborar una rica fideuá de rape en tan solo unos minutos, evitándonos además el consumo de los clásicos brick de caldo envasado, a los que con frecuencia tendemos a recurrir por falta de tiempo.

  • Verduras al vapor, asadas o rehogadas nunca faltan en mi congelador, pues son un acompañamiento muy saludable o la base de cualquier plato improvisado.

Por ejemplo: podemos utilizar los pimientos que hayamos asado y descongelado previamente, para preparar ricas ensaladas y platos saludables en unos minutos.

  • Verduras y frutas frescas, que congelo al vacío y en bolsitas individuales.

Por ejemplo: tener siempre a punto una bolsa con picadillo de cebolla, puerro, ajo y/o apio permite ahorrar mucho tiempo a la hora de preparar un sofrito. También me resulta muy útil congelar fruta fresca para elaborar granizados o sorbetes de forma rápida, o un mix de fruta y verdura para preparar smoothies.

¿Y cómo cocino todo en tan solo unas horas?

Quizá la idea se te antoje complicada, pero nada más lejos de la realidad si ponemos a trabajar a la vez los cuatro fuegos, el horno, el microondas y el robot de cocina (si lo tuvieras).

  • En el fuego o vitrocerámica podemos cocer a la vez cuatro platos, como por ejemplo legumbres, pasta o arroz, verduras y un guiso tradicional.

  • En el horno podemos preparar una bandeja de verduras asadas y otra de pescado o carne. Y cuando hayamos terminado aprovecharemos para cocinar un bizcocho casero.

  • En el microondas podemos preparar varios platos de manera rápida y saludable, aunque las verduras al vapor son mis favoritas para congelar o refrigerar después.

Pero el batch cooking no se basa exclusivamente en cocinar para refrigerar o congelar después, sino que es una técnica de ayuda en la cocina y ahorro de tiempo. Así pues, mientras los fuegos y el horno trabajan, también podemos dejar preparados ciertos alimentos frescos listos para consumir en los próximos días, como por ejemplo:

  • Zanahorias ralladas para incorporarlas después a ensaladas.

  • Crudités de verdura pra consumir con hummus.

  • Queso rallado para gratinar ciertos platos, o cortado en dados para incorporar a ensaladas.

  • Verduras cortadas en juliana para añadir a sopas o guisos.

  • Huevos ya cocidos para preparar tostadas/sándwiches o ensaladas.

  • Lechuga iceberg cortada en trocitos lista para lavar y consumir.

  • Jamón picado o rallado para incorporar a ensaladas, sopas frías o salmorejos.

  • Ciertas frutas como sandía o melón ya cortados en trozos y correctamente guardados en tuppers.

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