¿Sueñas con dormir una noche entera? Descubre aquí si ya te has convertido en una "Mombie"

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, una de las cosas más duras de la maternidad y la paternidad son las felices malas noches. Los bebés no saben de relojes, horarios, de noches ni de días, atardeceres y amaneceres y duermen y comen cuando les apetece, y además no te dicen "perdona mamá, ¿serías tan amable de, si te va bien, darme un poco de pecho? Cuando veas que es posible, ¿eh? Que yo espero", sino que se ponen a llorar casi gritando de una manera que solo puede traducirse de una manera "¡Dame de comer! ¡Mi madre no me da de comer! ¿Hay alguien ahí con una teta que me dé de comer? ¡YaaaaAAAA!".

Así que la insistencia, la frecuencia de las ocasiones en que sucede y que pase un día sí y otro también acaba afectando, con el tiempo, a la vida, la imagen y el comportamiento de una mujer, hasta el día en que todo ello cala tan hondo que se transforma en una "Mombie". ¿Quieres saber si ya eres una de ellas?

¿Qué es una "Mombie"?

Por Internet corren varias definiciones, así que os dejo con una de ellas, mezcla de varias que he visto:

Mombie (adj.): Dicho de una persona que: es una supermadre privada de sueño que se alimenta de chocolate y cafeína y sobrevive con besos pegajosos y sonrisas melladas. Es experta en la multitarea y su aspecto desaliñado es clara muestra de que su imagen no se refleja en los espejos tiempo ha.

De esta definición se deriva que una "Mombie" cumple las siguientes características (no necesariamente todas, pero sí varias). Si os sentís identificadas con ellas parece claro que os habéis convertido en una de ellas:

  • Ojos de mapache: de lejos puede parecer que se han pasado con la sombra de ojos y que no solo se han pintado el párpado superior sino también el párpado inferior. Al acercarte te das cuenta de que no, no es maquillaje.
  • Abusan de la cafeína y el chocolate: beben mucho café, pero mucho. Puedes incluso verlas con un termo por la calle, al que van dando tragos cada cierto tiempo. Su aliento huele a cafetera. Su sonrisa se torna amarronada... no les hables de dietas pues podrían ponerse agresivas. La razón de ese color dental es el exceso de chocolate.
  • Tienen un habla bipolar: bajo los efectos de la cafeína pueden hablar demasiado, con frases inconexas y una exagerada tendencia a centrarse en pañales, llantos y en lo que han olvidado hacer. Cuando los niveles de cafeína en sangre descienden su comunicación se limita a cortos gruñidos o monosílabos.
  • Caminan sin objetivo claro: o al menos eso parece. Se dirigen a un sitio determinado y cuando han llegado regresan al lugar de origen. Se detienen un instante y repiten el patrón. Segundos después se dicen en voz alta "¿qué estaba yo haciendo?".
  • Conducen con la radio a todo volumen: si van solas, para poder mantener los ojos abiertos todo el trayecto. Si llevan al bebé ponen la canción que más conocen una y otra vez para cantarla de principio a fin.
  • Son capaces de teletransportarse: o eso es lo que ellas creen. Se sientan al volante en el coche y un segundo después están en el lugar de destino sin saber cómo han llegado allí.
  • Los espejos ya no reflejan su imagen: y si la reflejan, no son capaces de centrarse en los detalles. Pueden salir a la calle con las zapatillas de casa, con calcetines de colores diferentes o con ropa que no parece combinar. El peinado se limita a una coleta permanente. Con el paso del tiempo optan por llevar el pelo corto para no tener que peinarse.
  • Son capaces de hacer desaparecer y aparecer objetos: o eso es lo que creen, pues pueden tener algo en la mano y 5 segundos después no encontrarlo por ninguna parte y pueden buscar algo por todas partes y 5 horas después darse cuenta de que lo tienen en la mano.
  • Parecen hipnotizadas (ojos vidriosos): si las miras fijamente a los ojos parece como si miraran al horizonte. Como si no estuvieran ahí.
  • Elevan sus capacidades psicomotrices a un nivel superior: probablemente por aquello de tener la mirada perdida, logran aumentar la capacidad de hacer cosas con las manos y se convierten en ambidiestras. Pueden comer con la mano izquierda mientras sujetan al bebé que amamantan con la derecha. Teclean con una sola mano. Cogen cosas del suelo con los dedos de los pies. Pueden planchar mientras le dan vueltas a la comida hirviendo y sujetan el teléfono entre la oreja y el hombro con una facilidad pasmosa.
  • Tienen visión nocturna: al principio caminan por los pasillos tanteando el terreno con las manos y hasta pueden darse algún golpe en la cabeza con alguna puerta o destrozarse el dedo meñique del pie con algún mueble. Con el tiempo adquieren visión nocturna y caminan por toda la casa de manera agónica pero sorteando cualquier obstáculo sin problema.
  • Necesitan dos llamadas para contestar: si las llamas por teléfono debes saber que es improbable que te lo cojan a la primera. Cuando oyen una llamada no la atienden, porque por más veces que suene no lo consideran importante. Sólo en caso de que, pasados unos segundos, el teléfono vuelva a sonar, empiezan a moverse hacia él.
  • No son capaces de ver más de 3 minutos de televisión: no les hables de estrenos de cine ni de la serie que estás viendo, porque no sabrán de qué les hablas. Si un día las consigues convencer para ver algo con ellas, te darás cuenta, a los 3 minutos, que se han quedado profundamente dormidas. Puedes intentarlo con algún cortometraje.
  • Pueden tener comportamientos bipolares: pueden estar explicándote algo precioso que han hecho sus hijos y segundos después llorar hasta que llegues a temer que se puedan deshidratar. No se aconseja reprimir esos cambios de humor, pues el llanto es una de las vías de eliminación del líquido sobrante por el exceso de café.
  • Sueñan con dormir una noche entera: no suelen decirlo, pero sueñan con una noche en su cama, o en una cama de hotel, en que después de una ducha y una cena tranquila puedan dormir toda la noche a pierna suelta. Intentan, de todas maneras, no pensar en ello, pues les produce taquicardia y ansiedad.
  • Adoran a sus hijos de un modo que solo los que tienen hijos pueden entender, probablemente como modo de transmitir la "infección": las amigas sin hijos se replantearán muy seriamente la posibilidad de ser madres al verlas actuar, pero los mensajes que envían sobre lo bien que huelen sus bebés, las sonrisas que les dedican, lo preciosos, lo suavecitos y achuchables que son, nublan el raciocinio y tras incubar unos días, semanas o meses "la infección transmitida creciente", llegan a casa y dicen a sus parejas "cómo me gustaría tener un bebé".

Pues bien, esto es más o menos lo que caracteriza a una "Mombie". No todas cumplen todas las características, ni se cumplen todas a la vez, pues pueden ir pasando de una fase a otra y luego volver a la anterior, en un proceso extraño en el que parece que nunca evolucionan para bien.

Con el paso de los meses la situación se va normalizando y, al parecer, "la infección" es autolimitada (se resuelve por sí misma sin necesidad de tratamiento). Ahora bien, el causante de los síntomas parece quedar latente de algún modo en el cuerpo de la mujer, porque en caso de tener otro bebé se reactivan los síntomas de un modo aún más grave que con el bebé anterior.

Recomendación para las personas del entorno

La recomendación para el resto de personas, para los que no son "Mombies" pero conocen a una es la siguiente:

  • Aproxímese con cautela para evitarles sobresaltos: no suelen ser peligrosas, pero andan cortas de reflejos.
  • Ofrézcales café: es la medida de aproximación más útil. Normalmente no lo rechazarán.
  • No les diga qué tiene que hacer para curarse: no les gustan los consejos... se han documentado casos de intento de arrancamiento de oreja con los dientes.
  • Bajo ningún concepto las despierte: si se han quedado dormidas con el bebé y éste empieza a resbalarse no se lo digan, pues las despertarían. Tampoco intente coger al bebé, pues se despertarán al instante con los ojos inyectados en sangre y tratarán de defender a su bebé. Permanezca cerca del bebé, con los brazos a modo de "recogedor", por si finalmente se desliza de manera peligrosa, cogerlo al vuelo.
  • Haga las cosas de la casa: si es usted es el padre, haga todo lo posible en casa, haya estado todo el día trabajando o no. Cuanto menos haga ella mejor, más tardará en desarrollarse "la infección". Si usted no es el padre, llámelo cuanto antes y dígale que se haga cargo de la situación.

Y creo que no me dejo nada. Si es así, decídmelo por favor, que lo añado. Lo que sea con tal de ayudar a evitar una plaga de "Mombies".

Por cierto, la imagen que veis arriba pertenece a un vídeo de madres que quisieron representar lo que es una madre "Mombie". No sé si me acaban de convencer, pero puede ayudar un poco a entender el proceso de conversión:

Vídeo | YouTube
En Bebés y más | Qué duro es ser padre cuando el entorno no te apoya (I) y (II), Ser papá: nadie dijo que tener un hijo fuera fácil, ¿Por qué es tan duro esto de tener hijos?

También te puede gustar

Portada de Bebés y más

Ver todos los comentarios en https://www.bebesymas.com

VER 4 Comentarios