Nicholas Winton: un verdadero héroe al que nos alegramos de conocer

Quizás no lo conozcáis, pero es un héroe: su hazaña fue producto de una serie de factores casuales algunos, personales otros. El calendario señalaba el final de 1938, y Nicholas (de origen inglés) pretendía marcharse a Suiza de vacaciones, su trabajo en la bolsa de valores se lo permitía.

Acabó en Checoslovaquia a dónde acudió a ayudar a un amigo que desarrollaba labores de ayuda para refugiados judíos en un país parcialmente invadida por el Tercer Reich. El señor Winton sólo tenía 29 años y era miembro de la iglesia anglicana…

Sus planes de descanso se fueron al traste, pero dudo mucho de que algún día se haya arrepentido de ello, es más: probablemente al darse cuenta de que no existían planes concretos para salvar a los niños judíos, se le olvidaran sus pretensiones. No tardó en mover hilos y conseguir apoyos, porque el 14 de marzo de 1939, salía de Praga el primer transporte en avión para llevar a un grupo de menores junto a familias londinenses, un día después los alemanes ocuparon completamente el territorio Checo.

Previamente Nicholas había conseguido establecer un plan de ayuda a los niños, recogiendo solicitudes de los padres en el hotel dónde se hospedaba, con el paso del tiempo llegaría a abrir una oficina. Cientos de padres judíos buscaban un refugio para sus hijos, intuyendo que el final que les esperaba no sería el mejor.

Mediante Refugee Children’s Movement con sede en Londres, era posible conseguir alojamiento con familias inglesas, y el dinero para el billete de vuelta (si se llegaba a producir), dichas condiciones habían sido establecidas por las Cámara de los Comunes del Reino Unido. Nuestro protagonista utilizó al nombre de ese movimiento, aunque al principio no tenía autoridad para hacerlo: la cuestión es que esta relación de colaboración estaba destinada a dar buenos frutos.

Por cierto, según he leído, en Estados Unidos no cuajó una iniciativa similar, debido a la oposición de movimientos anti inmigración

A pesar de que salvó a 669 niños, su historia ha pasado prácticamente inadvertida hasta que varias décadas después su esposa descubriera toda la documentación. He conocido la noticia porque hace unos pocos días, ha recibido con 105 años la orden del León Blanco, que es el honor más alto de la República checa; anteriormente había sido nombrado caballero de la Corona Británica.

La cifra exacta de niños que salvó no se sabe, a todos les esperaban familias adoptivas en una estación de tren londinense; el último grupo de niños no llegó a salir de la capital checa porque Gran Bretaña había acabado de declarar la guerra a Alemania tras la invasión a Polonia (septiembre de 1939).

La verdad es que da un poco de vergüenza que no se conozca más a este hombre que no tuvo miedo porque sabía que los niños eran muy vulnerables, y sus acciones humanitarias que realizó. Aquellos niños fueron después padres y se calculan en 5000 personas aproximadamente, el número de descendientes que tuvieron… ellos nunca le han olvidado, conscientes de que sus padres biológicos no pudieron sobrevivir.

La historia protagonizada en primer persona por Nicholas Winton, constituye la trama de una película checa de 2002 llamada "The power of Good"

Y creo que además de merecer reconocimiento público, Nicholas merece que los niños de hoy en día (vivan dónde vivan) sepan que estas personas son los auténticos héroes de nuestra sociedad, aunque los otros sean muy divertidos y llenen salas de cine, porque en la práctica han demostrado una gran valía. ¡Qué gran lección de humanidad!

Vía | Daily Mail, BBC
Más información | Nicholas Winton
En Peques y Más | 'The Search' es un tebeo educativo para jóvenes sobre la persecución de los judíos, El relato de una superviviente del holocausto en La historia de Erika

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