El bebé nació con un conducto de su corazón que no había sido completamente desarrollado. Los cirujanos cosieron el conducto, pero sus pulmones seguían luchando por conseguir oxígeno. Como último recurso para salvar la vida del bebé, decidieron administrarle este medicamento que relaja los vasos sanguíneos y aumenta el flujo de la sangre, así se lo hicieron saber a los padres, declarando que se trataba de un tratamiento experimental.
El torrente sanguíneo del bebé no transportaba suficiente oxígeno, pero gracias al Sildenafil, se logró la reacción deseada, el fármaco dilató los vasos sanguíneos que pudieron captar el oxígeno y conducirlo por todo el organismo.
El pequeño Lewis, que así se llama el bebé, nació en agosto del año pasado y se encuentra en casa desde el pasado mes de enero.