Según la psicopedagoga, la idea no es que los niños madrileños aprendan catalán, sino que aprendan a analizar imágenes y que hay otros lugares en España donde se hablan otras lenguas distintas al castellano. Pero los niños han demostrado su enorme potencial para aprender y absorber toda la información que reciben y además de comprender los cuentos, responden a Judit en su lengua.
Al contrario de lo que pensaban muchos (por política), tanto padres como profesores están encantados de la actividad que promueve la psicopedagoga, no importa el idioma, lo importante es la comunicación, el aprendizaje y el ampliar conocimientos de forma lúdica.
Está claro que los niños disfrutan con los cuentos, y quizá realmente esto sirva, además, para “romper los tópicos" que nosotros conocemos en las nuevas generaciones.
Vía | El Periódico