La importancia del yodo durante el embarazo y la infancia

La Organización Mundial de la Salud considera que la carencia de yodo en el organismo es la principal causa evitable en el mundo de lesión cerebral del niño durante el embarazo y del lactante, así como de problemas en el desarrollo y crecimiento durante la infancia.

El yodo es un elemento imprescindible para el desarrollo y crecimiento del niño y para regular funciones tan importantes como la frecuencia cardiaca o la temperatura corporal. El déficit de yodo puede causar hipotiroidismo, cuyos síntomas incluyen fatiga extrema, retraso mental, depresión, ganancia de peso, disminución de la temperatura basal (hipotermia)...

En mujeres embarazadas puede producir abortos y deformidades fetales, así como retraso mental posterior en los niños. El cretinismo y el bocio son dos enfermedades causadas por la deficiencia de yodo severa.

Por todo ello, es importante que la mujer embarazada, durante la lactancia y los niños reciban la suficiente cantidad de yodo.

¿Cómo prevenir el déficit de yodo? De forma sencilla y eficaz, mediante la aportación suficiente de yodo al organismo a través de la alimentación.

Ya comentamos que el yodo se encuentra entre las recomendaciones de nutrición durante el embarazo. El yodo que recibe el feto es el que la futura mamá aporta fundamentalmente a través de lo que ésta come, aunque, como sucede como con el ácido fólico, la cantidad ingerida puede ser insuficiente, por lo que generalmente los ginecólogos recomiendan un suplemento farmacológico.

De forma natural podemos incrementar el consumo de yodo gracias a la utilización de sal yodada en las comidas, aunque un exceso de sal tampoco es bueno. Bastaría el equivalente a una cucharilla de café de este tipo de sal, que podemos encontrar debidamente etiquetada en cualquier supermercado, para cubrir las necesidades diarias de yodo.

Los pescados de mar y los mariscos también aportan cantidades importantes de yodo al organismo, por lo que es importante introducirlos en la dieta de la familia de manera habitual, así como generalizarse su uso en los comedores escolares.

El yodo que toma la mujer también pasa al bebé a través de la lactancia, de modo que en los primeros meses del pequeño, con lactancia materna exclusiva, la mamá ha de cuidar la ingesta de alimentos ricos en yodo. Además, la AEPed señala que el suplemento de yodo para una mujer lactando es el mismo que durante el embarazo y se debe mantener durante toda la lactancia.

Una vez se inicie la alimentación complementaria, los niños empezarán a recibir este elemento a través de otros alimentos junto a la leche materna.

En definitiva, como preparación para un embarazo saludable, durante la gestación, lactancia y en la infancia la cantidad de yodo que llega al organismo ha de ser suficiente para prevenir problemas de desarrollo.

Más información | Aeped, AEPapa Foto | Victor Bezrukov en Flickr-CC En Bebés y más | Yodo en el embarazo, Prevención del déficit de yodo en el embarazo, Es imprescindible tomar un suplemento de yodo durante embarazo, El yodo en la lactancia, también imprescindible

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