A la hora de decorar el dormitorio infantil podemos inspirarnos en diferentes estilos. Entre ellos, a mi parecer uno de los más bonitos por su sencillez y luminosidad es el estilo nórdico.
Las habitaciones de bebé de estilo nórdico se caracterizan por ser minimalistas, por el aprovechamiento del espacio y la predominancia del color blanco en paredes, muebles y a veces también en el suelo.
El color blanco es siempre es una buena opción para el dormitorio de los peques, pues hace que la habitación parezca más grande y permite añadir el toque de color con telas, cuadros y complementos.
El estilo nórdico complementa el blanco con otros detalles en color, principalmente con complementos textiles que en un dormitorio son muchos. Tenemos las cortinas y las alfombras, y por otro lado también la ropa de cama como colchas, sábanas, almohadas y cojines. No nos debemos olvidar de otros detalles como por ejemplo la pantalla de una lámpara que también puede ser textil.
Los colores más utilizados para complementar el blanco en el estilo nórdico de decoración son el azul, el verde y el rojo. Es típico el uso de telas de cuadros rojos y blancos o azules y blancos para la elaboración de alguno de estos complementos textiles que finalmente darán la personalidad al cuarto. Puede ser un patchwork en una colcha, pero con cuidado de no abusar ni mezclar demasiado porque es un estilo muy discreto.
Los muebles suelen ser de líneas simples, limpias, que combinan funcionalidad y diseño, en color de madera natural o lacado blanco. A veces, en interpretaciones más modernas del estilo nórdico se añade al mobiliario una sencilla combinación de colores actuales a juego entre el armario, el cambiador y la cuna.
Si estáis pensando en decorar el dormitorio infantil, el estilo nórdico es una apuesta segura. Las habitaciones de bebé de estilo nórdico son funcionales, luminosas y sencillas sin dejar de lado la calidez, algo esencial cuando hablamos de niños pequeños.
Vía | Decoesfera Fotos | Trendecoration, Alvhem, Nordicbliss y April and May