Salas explicaba también que sobre todo las poblaciones desfavorecidas que han sufrido una transición económica de mercado y que nacieron con bajo peso por padecer desnutrición en el útero, también son más propensos a desarrollar, además de la obesidad, diabetes mellitus tipo 2, hiperinsulinismo, hipertensión arterial, asma o enfermedades cardiovasculares, ya que esta transición les ha cambiado el estilo de vida, de trabajar sus campos y alimentarse con productos saludables, tienen otros trabajos de menor esfuerzo y menos acceso a según que alimentación. De todos modos, hay quien no ha sufrido desnutrición en el útero materno y aun comiendo poco engorda mucho, esto es por predisposición genética, según este médico, hay que cumplir dos requisitos para ser obeso, uno son los genes y el otro el acceso a los alimentos.
La alimentación es un tema que preocupa, desde que se gesta un bebé le podemos estar predisponiendo a desarrollar futuras enfermedades. Podríamos decir que lo principal para tener una familia sana es empezar a cuidar la alimentación de uno mismo, lo que transmites a tu bebé cuando se encuentra en tu vientre sumado al ejemplo que le darás desde que nazca y a lo largo de su vida, puede garantizarle un estado de salud muy favorable.
Vía | El Correo Digital Más información | Invdes