Una gran idea para que los niños lean y escriban en casa y el colegio: un buzón de correspondencia

Hoy es el Día del Libro y muchos colegios lo celebran premiando a los niños que han hecho mejores redacciones, a los que mejor leen, etc. Es un día en el que los libros tienen descuento y muchos padres aprovechan para hacerse con nuevos títulos que disfrutar con sus hijos, o con los que ellos pueden disfrutar solos.

Cuando son pequeños, se les puede estimular a nivel de lecto-escritura con cuentos y libros que podemos leerles y, para cuando empiezan a escribir, con diversas ideas que les animarán a escribir y leer. Una gran idea que han llevado a cabo hace poco en el colegio de mi hijo mediano, Aran, que hace p5 (el último curso de preescolar) es la de implantar un buzón de correspondencia. Tan buena idea me parece que he querido compartirla con vosotros.

En qué consiste

Es tan simple como poner un buzón en la clase o bien hacer una caja de zapatos en casa con una ranura para que los niños puedan meter sus cartas. Les dejas papeles disponibles y lápiz o papel y que obre la magia.

Para empezar con ello, la profesora de Aran decidió escribir una carta a cada niño, que dejó en el buzón y que, al abrir, repartió a todos. Esa carta la cogió cada niño y se la llevó a casa. Podéis imaginar la emoción que tenía mi hijo y la nuestra al leer el mensaje:

Aran, eres muy divertido y haces muy bien las sumas y las restas. Me encanta ser tu maestra. Soraya.

Y en la portada dibujó una rosa, que es un detalle que a él le encantó. A nosotros, los padres, pues igual, como podéis imaginar. Si ya le teníamos cariño, con detalles así consiguió que aun la valoráramos más, pues al final lo que más nos interesa a los padres es que nuestros hijos sean respetados y queridos, tratados con amor y cariño. ¿Aprender cosas? Claro, pero más importante es aprender a ser persona y además pueden y deben aprender desde el cariño y el respeto hacia la maestra y las ganas de aprender.

Que escriban y que lean

Cuando quieran pueden escribir mensajes a sus compañeros y cada compañero recibirlo y leerlo. De este modo potencias las ganas de leer, porque quieren saber qué pone, y potencias las ganas de escribir, porque quieren responder al remitente. En casa sucede lo mismo, podemos dejarles mensajes cuando no estén para que los lean al volver y ellos dejarnos mensajes cuando no estamos para que, al llegar, miremos el buzón por si tenemos alguna carta.

Trabajar la confidencialidad

¿Existe alguien hoy en día capaz de guardar un secreto? Bien, seguro que sí, pero parece que cada vez más los secretos se cuentan a voces y la intimidad y confidencialidad está bastante en entredicho. Quizás no sea como os lo explico, pero tengo esa sensación. ¿Y si trabajamos con los niños esto desde pequeños?

La carta que recibimos de nuestro hijo debe ser confidencial e íntima, a menos que él nos dé permiso para revelar el contenido. Del mismo modo, ellos deberían actuar igual al recibir una carta nuestra o, en el caso de los mensajes en la clase, no revelar los mensajes de los compañeros a menos que ellos estén de acuerdo en hacerlo público.

Vamos, que el buzón de correspondencia no solo tiene como misión que lean y escriban, sino que se comuniquen, que tengan una mejor relación, que se cuenten cosas y que, además, valoren la capacidad que tienen de guardar los secretos y la intimidad de sus conversaciones.

Foto | Johannes Nacpil en Flickr
En Bebés y más | Diez consejos para ayudar a los niños a aprender a leer (si es que quieren aprender) (I) y (II), Los niños que leen "antes de lo normal": ¿mito o realidad?, Vídeo: cómo enseñar a leer a un niño

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