Mamás blogueras: nos visita Estanjana, del blog Yo madre

Queda cada vez menos para que llegue el Día de la Madre y siguiendo con la iniciativa que empezamos hace unos días con el Especial Mamás blogueras hoy vamos a entrevistar a otra gran mamá.

Conocida como Estanjana, Esther tiene 34 años y nos deja sus experiencias desde hace cuatro en el blog Yo madre (Soy más que una mamá). Tiene dos hijos: "Estanjanito" de cinco años y "Estanjanita" de un mes. Trabajaba de arquitecto técnico pero no ejerce en la actualidad.

Es catalana de nacimiento y cántabra de adopción, está felizmente "rejuntada" con "Estanjano" (viviendo en pecado como dirían algunos) y con una hijastra (aunque no le gusta el término), lo cual hace que sean familia numerosa cuando se juntan. Le encanta viajar, la decoración y la moda, es adicta a los bolsos, zapatos y al chocolate. Vamos a conocerla un poco más.

¿Qué te llevó a comenzar un blog?

Buscaba algo, no sabía muy bien el qué, mi hijo tenía poco más de un año, yo seguía dándole el pecho y colechábamos (vamos, que practicaba lo que luego descubrí que era la crianza con apego, crianza natural... varios términos hay para describirla).

Necesitaba encontrar algo que me dijera que estaba bien escuchar mi instinto, buscaba ayuda con la alimentación complementaria e información sobre actividades para su edad. ¡Y zas! fui a parar a un blog que hablaba de la lactancia materna, de su prolongación, de una crianza parecida a la mía y de ahí a ver más blogs de maternidad con términos similares. Me entró el gusanillo de escribir lo que yo sentía y las peripecias por las que pasaba como madre y así empezó.

¿Qué te ha aportado el blog?

Me ha aportado, primero, conocer gente con las mismas dudas, sentimientos y pensamientos y, segundo, crear una familia con varias mamás blogueras con las que fui cogiendo confianza, comentando dudas, problemas, quedando y haciendo amistades duraderas. ¡Y teniendo muchos cibersobrinos!

¿En qué te ha cambiado la maternidad?

Me ha hecho crecer interiormente, mejorar en muchas cosas, como en la forma de ver la vida y dar importancia a las pequeñas cosas como una sonrisa al final de un día duro. Dejar aparte el yo y ser un nosotros, con todas las consecuencias, tanto lo "malo" como todo el trajín que conlleva tener hijos (cosa que en el fondo me encanta), como lo bueno, que sabes que nunca estás sola, por ejemplo.

He aprendido mucho, por ejemplo, que me encanta ser madre, por duro que pueda ser un día, ser madre te da la posibilidad que una "chorrada" de tu hijo te haga olvidar todo lo malo. Vivo para mi familia pero también gracias a ellos sin dejar de ser una mujer "independiente", de ahí que mi blog se subtitule "Soy más que una mamá".

Te damos la enhorabuena por tu reciente maternidad, que ha tenido lugar en unas circunstancias un tanto "atípicas". ¿Cómo sucedió?

¡Muchas gracias! Me desperté de madrugada debido a una contracción, no pensaba moverme porque sabía que no tenía por qué significar nada, pero como rompí aguas noté las braguitas mojadas, así que me levanté a cambiarme. Las contracciones empezaron a sucederse y decidí quedarme en el salón a pasar las primeras contracciones y la dilatación en la pelota suiza.

Aproveché para planchar y terminar de poner las últimas cosas en las maletitas. Cuando las contracciones parecían ser regulares, sobre las dos horas, me metí en la ducha. Al salir, la ducha me debió relajar, porque las contracciones se juntaron en el tiempo y fueron más fuertes, avisé a estanjano para que se preparase para ir al hospital.

Empecé a pasar las contracciones agarrada a la cama, cada vez más agachada. Terminé al lado de la cama, de rodillas, agarrada al nórdico, y gritando a estanjano que llamase al 112 porqué notaba la cabeza de la niña y tenía ganas de empujar. En ese momento supe que tendría a mi hija en casa.

Es un momento que no cambiaría por nada porque viví el traer al mundo a una personita junto a la persona que quiero, en la intimidad

Estaba tranquila, sabía lo que podía pasar y me sentía la dueña de todo aquello, me sentía fuerte, poderosa. Le dije a mi marido que trajera toallas, gritando entre contracciones, y que él debía coger el cuerpo de la niña. Se puso de rodillas detrás de mí y en dos pujos teníamos a nuestra hija aquí, me la puso encima y la tapó con una de las toallas (que tenemos guardada como oro en paño).

Después se fue corriendo a llamar de nuevo al 112, a decírselo a su hermano, que ya estaba llegando a casa, y a estanjanito, que pasó un momento a la habitación a ver a su hermanita.

Fue uno de los momentos más felices de mi vida, no como esperaba (y menos mi pareja), pero no lo cambiaría por nada.

¿Qué esperas de un Día de la madre “ideal"?

Espero vivirlo con mi familia, con la tranquilidad de estar todos juntos, un día sin estrés y con pocos conflictos (el cero conflictos no sé si existirá, jeje). Y para que no se diga, doy dos opciones, o un día de buen tiempo, con sol y calorcito, y salir a pasear, a tomar unas rabas y no tener que limpiar nada; o un día en casa sin hacer casi nada en pijama viendo la tele todos juntos.

Esperamos que disfruten de ese día en cualquiera de sus formas, y agradecemos a Esther del blog Yo madre que haya sido tan amable al responder a la entrevista y compartirla con todos en el Especial Mamás blogueras con motivo del Día de la madre.

Más información | Yo madre

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