Errores en las hojas de alimentación complementaria del pediatra: situar los alimentos durante el día de manera inamovible

Después de comentar algunos errores que podemos encontrar en las hojas de alimentación complementaria días atrás, hoy vamos a hablar de otro error que puede llegar a darse, como es el de colocar los alimentos en el menú diario en un lugar concreto de manera inamovible.

Me refiero a explicar que los cereales se dan por la mañana, luego va una toma de pecho o biberón, a mediodía la papilla de verdura con carne, luego a la tarde va la fruta y finalmente, por la noche, otra toma de pecho o biberón. Y así es como más recomendable dicen que es, porque claro, la fruta, por ejemplo, es mejor por la tarde (hablo irónicamente, claro).

¿Cada cosa en su momento?

“Doctor, mire, usted me dijo el mes pasado que la papilla de frutas se la diéramos por la tarde, para merendar, pero claro, yo trabajo por la mañana, así que si pudiera darle la papilla de frutas por la mañana, se la daría mi madre y así por la tarde yo le doy el pecho, ya que quiero seguir dándole…”.
“Bueno, umm, a ver, la fruta se la tendrías que dar por la tarde, es mejor… aunque, bueno (cara de te hago un favor) si se la dan de vez en cuando por la mañana… tampoco pasa nada.”

Este podría ser un diálogo entre un pediatra y una madre, absurdo a más no poder, pero que puede escucharse en cualquier consulta de pediatría de cualquier ciudad del país. Digo absurdo porque, una vez más, si echamos mano del sentido común, la fruta la toma una persona cuando quiere o cuando puede, pero no únicamente por la tarde.

Si no, ¿por qué nadie me arranca la fruta de las manos cuando a media mañana me como una manzana y una pera? ¿Por qué nadie me dice que eso no es bueno? ¿Por qué comemos tan mal, que hay gente que toma fruta a mediodía, cuando debería tomarla para merendar?

Pues bien, lo mismo que pasa con la fruta pasa también con otras comidas. Los cereales son por la mañana, sí o sí, según muchos pediatras. No es que esté mal, que no lo está, pero oye, si una madre quiere dar el pecho antes de irse a trabajar y que luego quien se quede con el niño que dé cereales, fruta y comida o lo que haga falta, no estará haciéndolo mal precisamente.

Hay quien los da por la mañana y hay quien los da por la noche. Aquí sí que yo diría: “hacedlo como queráis, pero por la noche no tiene mucho sentido cargar de muchas calorías, porque el cuerpo no las quema”. El resto del día, pues oye, cuando se quiera.

La verdura y la carne se dan para comer, esto más o menos todos lo explican igual y en cierto modo pega bastante con una comida (verdura de primero y carne de segundo). Pero que pegue no quiere decir que tenga que comerse a mediodía sí o sí. Es simplemente una cuestión de costumbre, de que ahí a mediodía, cuando nos sentamos un buen rato para comer, pues pega comer una comida de verdad y no algo más rápido como una merienda.

Los padres tienen que tener más libertad, porque lo recomendable es comer de todo a todas horas

Cuando los padres me preguntan que a qué hora le dan la fruta, o a qué hora los cereales siempre les digo lo mismo: “cuando queráis, montároslo como veáis mejor”. Algunos padres se quedan tranquilos sabiendo que tienen la libertad de alimentar a su hijo de manera parecida a la suya y otros se quedan descolocados, en blanco, faltos de ideas y suplicando una pauta más concreta, una respuesta más específica (como tampoco soy una mala persona, al que me lo pide más concreto se lo doy más concreto, pero diciéndole que se adapten al niño, claro).

La realidad es que lo mejor para los niños es que coman como los adultos, un poco de varias cosas dentro de una comida. No conozco a ningún adulto que coma tan mal como los bebés (¿mal? ¿has dicho mal?). Los bebés toman, según las recomendaciones, solo leche, luego leche con cereales, luego solo verdura con un poco de carne, luego solo fruta y el resto de tomas solo leche.

Es cierto que sus necesidades lácteas son mayores que las nuestras, pero ningún adulto divide las comidas por grupos durante el día (ahora solo leche, ahora solo fruta, ahora solo verdura), sino que las distribuye, incluso repetidas, en varios momentos del día (verdura a mediodía y de noche, fruta por la mañana y a mediodía, proteína a mediodía y de noche, etc.).

Esto se hace por una razón muy simple: los alimentos, para absorberse mejor y para aprovechar mejor los nutrientes deben ser comidos con otros alimentos de otros grupos. Seguro que todos sabréis que las lentejas son unas legumbres ricas en proteínas vegetales que no se asimilan demasiado bien si no se mezclan con algún cereal, pues bien, para paliar eso, mucha gente las hace con arroz, haciendo que las proteínas se asimilen de tal manera que sean equiparables a las que provienen de la carne, con el añadido de que no tienen la grasa de la carne. De igual modo, cuando se toman alimentos ricos en hierro, es mejor acompañarlos de algún cítrico (fruta) y así con muchos otros alimentos que, acompañados, mejoran su disponibilidad y se aprovechan mejor.

Con esto quiero decir que lo ideal sería que los bebés comieran varios alimentos cada vez que se sentaran a comer, siendo aún más absurdo eso de “la fruta por la tarde o la verdura a mediodía”.

Foto | devinf en Flickr
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