Ser padres mediante gestación subrogada: la historia real de Maite, Oriol y sus gemelos
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Ser padres mediante gestación subrogada: la historia real de Maite, Oriol y sus gemelos

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Oriol y Maite son una pareja de Barcelona con dos niños gemelos que nacieron en Estados Unidos a través de un proceso de gestación subrogada. Su historia puede ser similar a la de cientos de parejas que son padres anualmente mediante esta técnica, que aunque no es legal en España, sí está reconocida en otros países como Rusia, Estados Unidos, Ucrania o más recientemente en Portugal, entre otros.

Maite pudo hacer realidad su sueño de ser madre gracias a una mujer gestante que le devolvió la alegría y la esperanza que tiempo atrás el cáncer le había arrebatado. Dos años después de aquello, las palabras de agradecimiento y respeto hacia la mujer que gestó a sus hijos, siguen emocionando a quien las escucha.

¿Cómo y cuándo comenzaron con este proceso?

Con tan sólo 20 años, Maite fue diagnosticada de un cáncer de útero. Tras la histerectomía y las sesiones de quimioterapia, Maite y su pareja se dieron cuenta de que su anhelado sueño de ser padres no podría hacerse realidad de forma natual.

Cuatro años después de la enfermedad, decidieron recurrir a la adopción pero se toparon de bruces con la burocracia y los requisitos que les impedían adoptar en un plazo inferior a cinco años tras la aparición del cáncer.

"Cuando iniciamos el proceso de adopción, acudimos a una charla informativa en la que en ningún momento se informó de que la presencia de una enfermendad pasada o presente pudiera parar o impedir la adopción. Aún así, al finalizar la reunión, decidimos exponer nuestro caso concreto a la persona que dio la charla pero no le dio ninguna importancia a mi enfermedad pasada"

Maite y Oriol iniciaron los cursillos y pasaron las entrevistas personales en las que, una vez más, la pareja hizo hincapié en el cáncer que había padecido Maite hacía cuatro años.

"Al día siguiente de la entrevista nos llamaron para pedirnos el informe oncológico e informarnos de que a partir de ese momento el trámite quedaba parado hasta que el comité del órgano público regulador diera la aprobación a nuestra situación"

"Pasado un mes recibimos una carta en la que nos decían que en ese momento no éramos aptos pero que pasados 5 años desde mi operación podíamos volver a presentar solicitud y volverían a estudiar la situación, aunque nos confesaron que el cáncer era una enfermedad controvertida que podría ser motivo de exclusión, por lo que no nos garantizaron que nuestro expediente fuera a ser aceptado"

Desolados por la nueva situación, la pareja comenzó a valorar otras alternativas y la gestación subrogada fue la que mejor encajó con sus ilusiones y perspectivas.

Estados Unidos, la cuna de su sueño

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Maite en el aeropuerto, en uno de los viajes que realizó a Estados Unidos

Una vez aceptada y estudiada la idea de la gestación subrogada, Maite y Oriol se decantaron por iniciar el proceso en Estados Unidos. Los motivos que les llevaron a elegir este país en detrimento de otros fueron, según sus palabras:

  • La legalidad absoluta del proceso en el que ambas partes están amparadas por la ley y hay libertad absoluta, tanto en un lado, como en el otro.

"Era importante para nosotros que una vez nacieran nuestros hijos, en el acta de nacimiento constaran sus nombres con nuestros apellidos. Antes de nacer se emite una sentencia de filiación dictada por un juez en la que se nos reconoce como padres y en la que la gestante declara que nunca reclamará a ese bebé".

"Si en California, una gestante reclamara al bebé, se enfrentaría a sanciones económicas muy importantes e incluso a penas de cárcel".

"En España, para inscribir a un bebé nacido por gestación subrogada es indispensable que este proceso se lleve a cabo en un país donde esté regulado y que además emita una sentencia de filiación. Y ambas cosas son tenidas en cuenta en el estado de California"

  • Por otro lado, la agencia. La pareja buscaba una agencia en la que no sólo hablaran español sino que además ofrecieran todos los servicios, incluido el jurídico. De este modo, no necesitarían un intermediario en España y eso haría más económico el proceso.

  • Y por último, pero no por ello menos importante, la elección de la gestante que debe ser llevada a cabo de manera recíproca, es decir, la pareja elige pero la gestante también tiene que estar de acuerdo.

"Tuvimos que rellenar un formulario en el que explicábamos por qué queríamos ser padres y cuál era el motivo que nos lo impedía. Ellas también debían rellenar el suyo. Leímos varios expedientes de mujeres que encajaban con lo que buscábamos y lo comentamos con la agencia para que les hiciera llegar nuestro perfil y entrevistarnos vía skype en caso de afinidad"

La entrevista se realiza entre los futuros padres y la futura gestante, siempre en presencia de la agencia, y se ponen de manifiesto cuestiones tan importantes como el aborto, el número de embriones a transferir, las condiciones que pone la pareja, las que pone la gestante, el momento del parto...

"Cuando hay desacuerdo entre ambas partes en alguno de los puntos, la propuesta se rechaza y hay que seguir buscando"

"En definitiva, optamos por California porque nos cubría legalmente tanto a nosotros, como a nuestros hijos -que desde que nacen son ciudadanos españoles y estadounidenses- y a la gestante. Ningún otro país nos ofreció esta seguridad y garantías"

La elección de la gestante y el proceso de fecundación

En California, la mujer gestante no puede aportar carga genética al bebé, por lo que la pareja tuvo que recurrir a óvulos de donante. Viajaron a Estados Unidos a conocer la clínica que llevaría a cabo el proceso de fecundación, y a aportar el semen de Oriol.

Una vez realizado este paso, comenzaron a buscar a la gestante y tras varias entrevistas surgió el feeling mutuo con una mujer de 26 años y madre de dos hijos.

"Nuestra gestante nos explicó que ser mamá había sido lo más grande del mundo y como tenía facilidad para tener buenos embarazos y partos quería ayudar a otras parejas a hacer su sueño realidad".

La fecundación in vitro fue un éxito, y la mujer gestante se quedó embarazada de gemelos en el primer intento.

"¡Fue uno de los momentos más felices de nuestra vida y de alguna manera empezamos a acariciar nuestro gran deseo, nuestro gran sueño que además venía por partida doble".

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La Fecundación In Vitro había dado fruto. Maite y Oriol serían padres de gemelos

Cuando le pregunto a Maite por su relación con la gestante, sus palabras no pueden ocultar la emoción y el cariño que siente hacia ella:

"Nuestra relación fue maravillosa y vivimos el embarazo día a día gracias a ella. En cada revisión médica nos llamaba por skype para poder ver a nuestros hijos en las ecografías y también para poder hablar directamente con el doctor. Era muy tranquilizador porque así podíamos preguntar y ver todo al mismo tiempo que ella, nos daba mucha confianza y tranquilidad"

"La conexión que tuvimos con nuestra gestante fue muy estrecha desde el primer momento y nos hizo vivir el embarazo como si la embarazada fuera yo. Se lo agradeceremos siempre. Es una mujer muy generosa, con una gran capacidad empática y una inmensa capacidad de amar. Nuestros hijos tienen dos años y todavía conservamos la relación que creo que ya será para toda la vida. Ella dice que somos su familia española y para nosotros ella es nuestra familia americana"

El momento del parto

El embarazo transcurría bien, pero a partir de la semana 28 todo se complicó y por amenaza de parto prematuro, la gestante tuvo que guardar reposo absoluto además de lidiar con una diabetes gestacional. Pero a pesar de los esfuerzos, los pequeños llegaron al mundo en la semana 32 de gestación mediante cesárea.

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Los bebés de Maite nacieron prematuros en la semana 32 de gestación

La noticia del nacimiento de sus hijos, pilló a Oriol y a Maite de sorpresa y tuvieron que cambiar los billetes para poder volar de inmediato a Estados Unidos junto a ellos. Los bebés habían nacido con 1,8 kg y 2,1 kg y estaban en incubadora.

"El hospital tenía la sentencia judicial que declaraba que ella era nuestra gestante y los padres legales éramos mi marido y yo. Por ello, cuando nacieron los bebés se los llevaron inmediatamente y no dejaron que ella los viera. Pero como nosotros íbamos a tardar en llegar, decidimos autorizar a nuestra gestante para que, mientras llegábamos, pudiera ver y cuidar de nuestros hijos"

"Cuando llegamos al hospital, lo primero que hicimos fue ir a ver a nuestra gestante. Cuando abrimos la puerta ella se levantó para recibirnos y yo sólo podía abrazarla. Casi no nos salían las palabras, ¡estábamos con la persona que había hecho realidad nuestro sueño de ser papás y no teníamos palabras de agradecimiento para mostrarle todo lo que significaba para nosotros!".

"Ella se mantuvo serena todo el tiempo, muy contenta y emocionada por el momento tan especial, bonito y dulce que estábamos viviendo. Se alegraba por nosotros y así nos lo demostró".

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La pareja con sus bebés recién nacidos

Maite y Oriol debieron permanecer en Estados Unidos unas semanas más hasta que dieron el alta a sus hijos. Mientras tanto, aprovecharon para arreglar los papeles e inscribirles en el Registro Civil en la Embajada de España.

"Nuestros hijos salieron de Estados Unidos con pasaporte americano y quince días después de llegar a España, recibimos por correo toda la documentación del registro y el libro de familia"

¿Repetirían la experiencia?

"Ahora que ya ha pasado todo, tenemos a nuestros peques con nosotros y casi no recordamos el sufrimiento emocional que supuso aquel proceso, lo volveríamos a hacer con los ojos cerrados, aunque primero nos tendría que tocar la lotería"

Y es que el factor económico es muy importante en estos casos y Estados Unidos es, según la empresa Infertility, uno de los países con mayores costes, situándose en una media de 120.000 euros el proceso de gestación subrogada en California.

"Fue un proceso muy caro. Necesitamos la ayuda de nuestros padres y tuvimos que pedir préstamos para poder continuar y cumplir nuestro sueño. La agencia con la que hicimos el proceso nos pidió todo el dinero de golpe y sin plazos, de manera que tuvimos que hacer frente desde el inicio a muchos costes derivados de diferentes conceptos"

Me despido de Maite con las emociones a flor de piel. Nunca había escuchado un caso en primera persona de gestación subrogada y tras conocer su historia y el cariño y respeto con el que habla de la mujer que gestó a sus hijos, creo firmemente que ambas son personas luchadores y extraordinarias. Dos mujeres fuertes que un día el destino unió y que, desde entonces, no se han separado.

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En el día del segundo cumpleaños de sus hijos, Maite dedicó estas palabras a su gestante: "Quiero que sepas que tu bondad, tu generosidad inmensa, tu dulzura y tu carácter fueron claves para hoy seamos la familia que somos. ¡MIL GRACIAS!"
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