¿Queréis ser buenos padres?

¿Queréis ser buenos padres?
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¿Queréis ser buenos padres? Seguro que la respuesta es afirmativa. ¿Queréis que tus hijos sean felices en su infancia y tengan un buen recuerdo de su relación contigo? Apuesto a que respondes que si.

¿Queréis que vuestros hijos sean personas con autoestima, capaces de conseguir sus objetivos y luchar por sus sueños, disciplinadas y emocionalmente sanas? Si no lo quisierías es que necesitáis aprender a querer a tu hijo.

Os vamos a explicar algunos consejos sobre como conseguir ser buenos padres y evitar los errores más habituales.

La verdad es que en la vida nada es seguro porque no solo nosotros somos los que influiremos en la vida de nuestros hijos, pero, al menos, habremos hecho todo, todo, todo lo posible para ser buenos padres. Y los buenos padres son los que hacen a sus hijos felices (felices de verdad, no caprichosos o egoístas), dueños de sus vida, fuertes ante la adversidad y llenos de amor.

Expresa tu amor por tus hijos

Es evidente, es necesario, imprescindible expresar el amor por los hijos. ¿Cuantas veces le dices al día a tu hijo que lo amas, que es maravilloso y que llena tu vida de felicidad? Por lo menos hay que decírselo una vez al día y no hacerlo de pasada, sino con sentimiento y conscientemente.

Pues díselo más. Necesita crecer sabiendo que es amado por como es, y que te hace feliz y estás orgulloso de él. Si tu le transmites que lo amas sabrá crecer amándose. Quizá es lo más importante para ser un buen padre, transmitir nuestro amor a nuestros hijos.

Tengo una gran amiga que siempre cuenta que, antes de tener a su hija, la persona a la que más ha amado era su padre. Su padre nunca vivió con ella, la venía a ver cada mes o cada dos meses, vivía lejos. No llevaba el peso económico funamental de su manutención, tampoco es que le fueran las cosas especialmente bien ni que a ella le faltara de nada, pero el hecho es que no era modélico. No intentó nunca que viviera con él, la cuidada su abuela que fue su verdadera madre.

Cuando su abuela falleció él no le insitió irse con él a vivir aunque ella tenía solo 17 años (tampoco ella hubiese aceptado) pero la ayudó, estuvo pendiente de ella y le dio la documentación para que pudiera conseguir la emancipación. Pero ella lo amaba, con locura, lo adoraba, ¿sabéis lo que él le daba para merecer ese amor? La hacía sentirse querida, valorada, admirada. Y ese es el mejor regalo que pudo recibir de él, ella se ama a si misma porque sabía que el la amaba.

Y no solo se lo digas, demuéstraselo con abrazos y besos. No lo dejes llorando en su cuna, no lo apartes si te pide brazos, no seas arisco aunque venga en mal momento. Ponte en su lugar. Se consciente de que estás haciendo un trabajo muy importante.

Hay padres que, aunque adoran a sus hijos, no saben quererlos de forma que sus hijos se sientan amados de verdad y todos sufren alejándose y haciéndose daño, sintiéndose solos e incomprendidos. Los adultos cada vez más alejados de sus hijos, los niños creyendo que no son lo bastante buenos como para ser queridos. Afortunadamente esto puede mejorar con habilidades paternales y mucho, mucho, amor.

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