Rinitis del recién nacido

Rinitis del recién nacido
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Es muy común que el bebé recién nacido tenga congestión nasal y estornude, aunque no esté resfriado. Se debe a una inflamación de la mucosa que recubre sus pequeñas fosas nasales llamada rinitis del recién nacido.

Solemos pensar que el bebé se nos ha resfriado, aún cuando tiene unos pocos días pero no hay fiebre ni secreciones acuosas y la congestión se intensifica por la noche o cuando baja la temperatura ambiente.

Raramente causa problemas respiratorios, pero como nos sucede a todos cuando tenemos la nariz taponada, la congestión nasal interfiere en la alimentación y en el sueño del bebé.

Ya sea que tome el biberón o el pecho, el bebé sólo respira por la nariz y al tener la boca ocupada pueden producirse atoramientos, incomodidad al alimentarse o que directamente rechace las tomas. Por eso es conveniente limpiarle la nariz antes de alimentarlo.

El sueño del bebé también se ve perturbado cuando hay congestión nasal pues al no poder respirar como lo hace habitualmente, el bebé se vuelve irritable y no puede descansar.

Qué debemos hacer para aliviar la congestión nasal en el recién nacido

  • Lo importante es que los mocos fluyan y para eso debemos lavar con frecuencia los orificios nasales con suero fisiológico. A los bebés nos suele gustarle nada este procedimiento, pero es necesario hacerlo. En Bebés y más hemos explicado en detalle cómo debemos limpiarle la nariz al recién nacido para causarle las menores molestias posibles.
  • Debemos mantener al bebé lo más erguido posible, con la cabeza en alto, teniendo en cuenta que es un recién nacido y apenas tiene fuerza para sostenerla.
  • También deberíamos elevar la cabecera de la cuna del bebé (dos pilas de libros en las patas delanteras suelen funcionar divinamente), ya que la congestión empeora al estar acostado
  • Hay que evitar los ambientes con humo o polvo y las corrientes de frío.
  • Podemos utilizar un vaporizador de aire frío para humedecer el ambiente y contribuir a que la mucosidad fluya.
  • Ofrecerle el pecho o el biberón con frecuencia también contribuye a que los mocos circulen.

Foto | © PhotoXpress.com, reproducida con autorización.
En Bebés y más | ¡Que circulen los mocos!, Cuidados del recién nacido: cómo limpiar la nariz del bebé

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