¿Cómo es ese momento mágico en que vemos por primera vez al bebé?
Recién nacido

¿Cómo es ese momento mágico en que vemos por primera vez al bebé?

HOY SE HABLA DE

Cada madre lo recuerda de una manera diferente, pero en todas las experiencias se puede hablar de algo de magia, de chispa, de emoción nunca antes vivida. Porque es la primera vez que vemos a nuestro bebé frente a frente, la primera vez que sentimos su calor, que oímos su llanto. También para él todo es nuevo.

¿Cómo es ese momento mágico en que vemos por primera vez a nuestro hijo? Todo dependerá de cómo haya transcurrido el parto, si ha sido sin complicaciones, podrán ponerte a tu bebé al pecho, piel con piel, mientras tiene lugar la expulsión de la placenta y comprueban que todo está bien.

El corte oportuno del cordón es idealmente una vez que ha dejado de latir (o a los dos o tres minutos de nacer), lo cual proporciona reservas de hierro indispensables para el niño. Unos minutos muy valiosos cuyos beneficios se aprecian incluso años después.

Puede que no te parezca un bebé precioso o tal vez sí. Lo que está claro es que no veremos al bebé recién nacido de las películas. Veremos a un bebé probablemente arrugado, blanquecino por la capa de vérnix caseosa, con la cabecita probablemente con forma alargada o "de cono" debido a que acaba de atravesar el canal del parto. Con la piel un poco azulada o amoratada, que pronto irá haciéndose más rosada. El bebé puede estar sobre la madre incluso mientras "lo limpian", aunque la vérnix no es suciedad y no pasa nada por dejarla más tiempo.

Si todo sigue correctamente, te trasladarán a ti y a tu bebé a una Sala de Postparto o de Observación, posiblemente acompañado por la misma persona que estuvo contigo durante el parto. Tenemos un par de horas en esta sala en las que podremos iniciar la lactancia materna con nuestro bebé, ofreciéndole nuestro calor y alimento.

Recuerda que para una lactancia feliz se recomienda poner al bebé al pecho la primera hora de vida y que entre las buenas prácticas de esos primeros minutos en el mundo tenemos una serie de acciones que respetan los procesos naturales y permiten que madres y bebés se aprovechen de sus beneficios.

Existen otras tareas en la primera hora de vida, como pesar o identificar al bebé, administrar la vitamina k... pero se realizan rápidamente y en las siguientes horas, si el estado de salud del bebé es bueno, se pueden realizar el resto de pruebas necesarias sin separar al bebé y a su mamá.

Ya empezamos a comunicarnos con nuestro hijo, a través del contacto piel a piel y del sonido de las voces. No dejes de tocarlo, acariciarlo, hablarle, susurrarle... todo lo cual le transmite tranquilidad y empieza a establecer un vínculo muy especial, único. Necesita saber que no está solo en este mundo nuevo que acaba de descubrir.

Piel con piel recién nacido

Que no os separen

La primera hora del bebé es un periodo muy especial y sensitivo, el bebé está muy receptivo y pone en marcha sus reflejos innatos, por lo que cualquier estímulo que provenga de mamá y papá es vital para su desarrollo y bienestar. Por eso es fundamental que no esté solo.

La caricias son poderosas y calman al bebé que acaba de pasar por un momento muy estresante. A nadie le gustaría sentirse abandonado en esos momentos y, puede que no hable y apenas vea, pero el cerebro del recién nacido, ya en estas primeras horas, funciona y crece mucho más de lo que podamos imaginar.

Solo si se ha tenido que realizar una cesárea es probable que no pueden ponerte el bebé al pecho. En estos casos, y en algunos hospitales, la recuperación de la madre se hace en una sala sin el bebé, que si está bien pasaría esos momentos iniciales con el padre, que también podrá ponerse en contacto piel con piel con le pequeño. Pero cada vez más se deja al bebé con las mamás que han tenido cesárea mientras estas se recuperan.

Ni la cesárea ni la epidural deberían ser un impedimento para que el bebé pudiera estar junto a mamá, piel con piel, e iniciar el amamantamiento con las posturas más adecuadas.

Recuerda que puedes hacer un plan de parto expresando tus deseos acerca de cómo te gustaría que que desarrollara, no solo el momento del nacimiento, sino también esas primeras horas. Si todo va bien y en el hospital son respetuosos, no te separarán del bebé (de hecho, no haría falta que esto se pusiera en el plan de parto, si todos los profesionales fueran conscientes de su importancia).

Lo que no podemos planificar es cómo nos vamos a sentir esos primero momentos. Pero seguro que de una manera muy especial. Probablemente estés cansada y dolorida, pero todo eso casi se olvida cuando vemos a nuestro hijo o hija. Tal vez no haya "amor a primera vista", pero hasta nuestro cerebro está preparado para vincularnos con el bebé.

Después de nueve meses de espera, la primera vez que vemos al bebé es inolvidable y emocionante. Se acaba de crear un vínculo único, mágico, con nuestro hijo y siempre llevaremos con nosotras ese momento tan especial. Enhorabuena por tu bebé.

Fotos | iStock
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