Un parto por cesárea puede realizarse con anestesia local o general y una futura mamá podría preguntarse ¿cuál de los dos tipos de anestesia es la más adecuada?, la verdad es que ambas tienen sus mismos riesgos y ninguna de ellas es mejor que la otra, la única diferencia radica en que cada parto es singular y cada uno requiere un tipo de anestesia.
Hoy en día practicar una cesárea es mucho más seguro que antaño, sin embargo el riesgo de mortalidad sigue siendo superior en 4 veces que el parto vaginal. Una de las causas que predisponen las complicaciones en las cesáreas son las anestesias, sean del tipo que sean, ambas ofrecen sus ventajas y sus desventajas, aunque todavía no hay ningún estudio que nos pueda indicar cuál es la más recomendable.
Cada cesárea es un caso distinto al que se le ha de aplicar la anestesia más adecuada, pero es conveniente averiguar fehacientemente cuál es la que comporta menos riesgos para la salud de la madre y del futuro bebé antes de practicar la cesárea. Ante la posibilidad de un riesgo mayor se debería optar por el parto vaginal, escoger la cesárea por capricho, cuestiones estéticas, etc., no es recomendable, cualquier opción que aumente un mínimo riesgo para la madre o el bebé debería ser rechazado por los profesionales médicos, sean de la sanidad pública o privada. Aceptar realizar la cesárea por petición explícita debería estar prohibido, salvo en los casos que realmente sea necesario realizarla, seguro que disminuirían las estadísticas de mortandad infantil o de la madre.
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