Ser adolescente y estar embarazada en China representa no poder estudiar más, las alumnas que desean ser admitidas en una escuela técnica superior en Xinjiang (China) están obligadas a realizar un test de embarazo.
Este control se realiza desde hace años y es obligatorio, si da positivo, automáticamente la alumna debe abandonar el centro y por consiguiente sus estudios, visto así da la impresión de que el embarazo es una maldición. Las autoridades chinas son demasiado duras, vetando la posibilidad de que una adolescente pueda desarrollarse y formarse profesionalmente. La política china sobre el control de natalidad tiene demasiados resquicios, no es correcta ni justa y además se conjuga con un modo de pensar que no acompaña a los tiempos en los que nos encontramos. Esperemos que al igual que están adoptando diversas costumbres europeas como la de disfrutar del vino o desayunar tostadas con Cola Cao, adopten también la justicia y la igualdad para con las féminas chinas.
En China el embarazo fuera del matrimonio sigue siendo un tema tabú, hasta el punto que también se dan los abortos forzados para resolver la situación, algo verdaderamente indignante.
Vía | Reuters