El despliegue de ingeniería de la mañana de Reyes

El despliegue de ingeniería de la mañana de Reyes
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Ya llegó la noche mágica, por fin aparecieron los Reyes y dejaron sus preciados tesoros en casa. Ya tenemos a nuestros hijos saltando en la cama para que vayamos a abrir los regalos. "¡Rápido, que han venido los Reyes!" "¡Corred!" Eso suponiendo que hayan decidido esperar a por nosotros y no ponerse ellos a rasgar papeles.

Y allí te encuentras, en el salón rodeado de cajas de diferentes tamaños y envueltas en papeles de colores con tus hijos saltando de un lado para otro revisando cuáles son sus regalos y a ver si este año les han traído todo lo que han pedido y tu allí, respiras hondo y te preparas para el despliegue de ingeniería de la mañana de Reyes.

Recuerdo que allá por los 80's que llegaba el día de Reyes y salías pitando hacia el recibidor, que era donde dejaban los juguetes en mi casa y a gritos esperábamos a que aparecieran nuestros padres para empezar a abrir nuestros regalos. Arrancar el papel, que hasta que no fui mayor nunca entendí por qué mi madre no quería que lo rompiéramos, sacar el juguete de su caja, operación que podría requerir de la ayuda paterna para cortar un par de cuerdas y todo listo, a jugar y disfrutar todo el día.

Pero ahora, ¿os habéis fijado en como vienen embalados los juguetes ahora? Yo a veces dudo si le he comprado a mi hijo el juguete que me ha pedido o el módulo de comunicaciones del Enterprise.

A ver, que quede claro que entiendo que todo lo que se hace es para mejorar la seguridad en el transporte y supongo que para evitar que llegues a casa casa con la mitad del juguete, pero ¿es necesaria tanta parafernalia? Esa mañana, no exagero si digo que me tiré más de 15 minutos intentando sacar el camión de los basurillas y su equipo complementario de su embalaje y todo eso con tu hijo saltando encima tuyo para que te des prisa porque quiere el juguete mas chulo del mundo mundial, o algo así.

Así que cada vez que hueles que habrá regalos en caja, tu te armas de destornillador para abrir los compartimentos de las pilas, la caja con los 237 tipos diferentes de pilas que existen en el mercado, alicates para cortar los 18 cables que atan cada pieza al cartón, unas tijeras para la cinta adesiva, una toalla para los chorretones de sudor y paciencia, mucha paciencia porque una vez consigues liberar el juguete de su prisión y sentirte como un superhéroe llega la segunda parte, montarlo y aquí es cuando te ríes tu de lo mal que lo pasaste cuando montaste el expedit de IKEA.

Sudores fríos me entran cada vez que pienso en cumpleaños, Reyes, Papá Noel, etc. Porque entre las piezas marcadas como "fácil montaje" y tus hijos que deciden hacer de mecánicos chapistas en ese momento y cada uno se pone por su lado con las piezas que buenamente han conseguido quitarse el uno al otro y más de media docena de familiares y amigos que te miran expectantes a ver como te las desenvuelves como padre, arquitecto o ingeniero responsable de centrales nucleares que se niega a darse por vencido y por qué no reconocerlo, a leerse las instrucciones de montaje. Ahí te las ves y las deseas para montar el último ingenio que han tenido a bien regalarle a tu hijo.

Así que si alguien puede, yo le pediría que en las clases de preparación al parto incluyeran una de como desempaquetar juguetes sin morir en el intento. ¿Y a vosotros, cómo se os da el día?

Foto | Alan Cleaver en Flickr En Bebés y Más | Cómo ha cambiado el día de Reyes en tan sólo 30 años

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