Estoy embarazada: ¿azúcar o sacarina?

Estoy embarazada: ¿azúcar o sacarina?
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Por diferentes razones hay mujeres que viven “a régimen” casi toda la vida que han eliminado el azúcar de su dieta en pro de los edulcorantes artificiales (sacarina, aspartamo o ciclamato).

Otras sin embargo no hacen uso de ellos, pero al quedarse embarazadas y acudir a las visitas periódicas con el ginecólogo o la comadrona aparece el tema del peso, otorgándole a menudo más importancia de la que tiene, y acaban sintiendo la necesidad de controlar un poco lo que se come para evitar engordar más.

En esa necesidad aparece una de las sustituciones más fáciles de llevar a cabo: cambiar el azúcar por sacarina. Ahora bien, estando embarazada, ¿qué es mejor?

La respuesta es simple y no necesita demasiados rodeos: el azúcar es mejor porque los edulcorantes artificiales atraviesan la placenta durante el embarazo pudiendo afectar al feto.

El aspartamo

El aspartamo genera dudas, ya que hay expertos que desaconsejan su uso por no haberse demostrado seguro y expertos que, por no haberse demostrado tampoco inseguro, no lo prohíben por completo, asegurando que, siempre que se consuma con moderación, parece ser seguro durante el embarazo.

La sacarina

La sacarina, en cambio, genera más polémica, ya que algunos estudios realizados con animales muestran un aumento del riesgo de cáncer de vejiga. Como los edulcorantes traspasan la placenta entrando en el torrente sanguíneo del feto e investigaciones con monos indican que la sacarina tarda más en salir del cuerpo del bebé que del cuerpo de la madre, se sospecha que podría acumularse en la vejiga del bebé, aumentando por lo tanto el riesgo de padecer cáncer de vejiga.

Cabe decir, aún así, que los tumores producidos en ratas no se han dado en estudios con otros animales y menos en personas humanas. Además, la dosis administrada a las ratas equivaldría a un consumo humano de unas 750 latas de bebidas carbónicas diarias o 10.000 comprimidos de sacarina diarios durante toda la vida.

Dicho de otro modo, lo más probable es que sea una sustancia segura, sin embargo, como atraviesa la placenta, genera incertidumbre.

No está demostrado que los edulcorantes ayuden a perder peso

Se da por sentado que al tomar edulcorantes artificiales, dado que tienen menos calorías que el azúcar, las personas perderán algo de peso. Sin embargo no está aún demostrado (que no quiere decir que no suceda), porque hay muy pocas investigaciones científicas que avalen dicha tendencia. Hay incluso algunos estudios que parecen mostrar que más que adelgazar, engordan.

Los edulcorantes son una buena opción – lo explico porque me parece interesante, aunque salga de la temática del blog – para las personas diabéticas, ya que pueden consumir así alimentos dulces sin sufrir las consecuencias del azúcar.

En las personas sanas se recomienda, de momento, optar por el consumo del azúcar, más natural que los edulcorantes artificiales (y eso que el azúcar no es que sea un alimento demasiado saludable).

Efectos adversos de los edulcorantes artificiales

A dosis bajas los edulcorantes artificiales no parecen ser dañinos. Sin embargo cuando se exceden los límites aconsejables (y al parecer un consumo diario habitual puede hacer que se excedan) pueden producir diarreas y están contraindicados en personas que padezcan alergias, asma, en niños menores de tres años, dado que su sistema digestivo y renal no está preparado para recibir edulcorantes, personas mayores y enfermos con un sistema inmunitario deficiente.

Vía | La Razón
Foto | Flickr – christyscherrer
En Bebés y más | ¿Durante el embarazo alimentos light?, Uso restringido de edulcorantes y colorantes en alimentos infantiles

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