¿Cuántas veces os habéis vuelto locos con el llanto del bebé sin saber qué le pasaba? Seguramente habéis hecho como todos los padres, empezar a descartar, cambiar el pañal, comprobar que no tenga hambre, mirar si tiene fiebre... y si todo está bien seguramente hayáis pensado, ¡si los bebés pudieran decirnos qué les pasa!
Ya que el llanto además es el indicador de diversas patologías, un equipo de investigadores mexicanos ha decidido crear un software que detecta enfermedades a partir del llanto del bebé. Gracias a él se podrán detectar problemas como la hipoacusia o sordera, asfixia o hiperbilirrubinemia, con una precisión de hasta un 95% durante los primeros seis meses de vida del bebé.
Los creadores pertenencen al Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) mexicano y se han dedicado a estudiar el llanto de bebés con diferentes tipos de enfermedades para extraer características acústicas y poder clasificar los distintos tipos de llantos.
“Una vez que nuestros modelos estaban entrenados, se les probó con una muestra de bebés desconocidos y así determinaron a qué clase de llanto pertenecía y si existía algún padecimiento, de acuerdo con la clasificación previa que hicimos” (Carlos Alberto Reyes García, doctor en Ciencias Computacionales).
¿Cómo funciona?
Para que se pueda entender mejor el funcionamiento de este software hay que tener en cuenta que cada muestra completa de llanto se divide en segmentos pequeños. A cada uno de ellos se le extrae sus características acústicas con vectores de datos, posteriormente estos se pasan a los modelos de clasificación y así se determina qué tipo de llanto es.
¿Cómo se mide el llanto del bebé?
Los investigadores tomaron como muestra a pequeños de entre dos y seis meses y grabaron su llanto. A partir de estos extrajeron unos parámetros como las frecuencias, vibratos, silencios y tipos de melodías. Con ellos los modelos computacionales podían detectar en apenas unos segundos si los bebés tenían una discapacidad auditiva o alguna enfermedad como la hiperbilirrubinemia.
Asimismo, también detectaron variaciones en el llanto de bebés con diferente lenguaje materno, lo que abre interrogantes sobre si existe un aprendizaje lingüístico del bebé desde que está en el vientre y si el idioma de la mamá influye en el tipo de llanto.
Sin duda esta investigación supone un gran avance en los diagnósticos a edad temprana pudiendo así poder tratar la patología lo antes posible aunque ya se sabe que nadie conoce mejor el llanto del bebé que sus propios padres. Además, todo avance tecnológico debe ser utilizado con precaución y sin sustituir la visita habitual al pediatra.
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