Tu bebé ha empezado una carrera meteórica al mundo y no para quieto casi, casi, ni cuando duerme. Una buena opción para cuando comienzan a ser más rápidos que Speedy González gateando por el pasillo y todo quieren verlo, aparte de poner esquineras por todos los muebles de la casa y tapar los enchufes, es tenerles en un parque de actividades.
A muchos padres no les gusta la idea de "enjaular" a sus niños, pero puede que sea porque no ven las grandes ventajas que tiene tener al bebé controlado en un espacio reducido pero seguro en el que puede comenzar a ser más independiente y disfrutar de sus primeros juegos en solitario, descubriendo y aprendiendo.
Bebés entretenidos y papás tranquilos
Cuando nuestros bebés empiezan a crecer, se aburren si están demasiado tiempo en la hamaquita. No es igual que cuando eran más chiquititos y miraban complacidos mientras te duchabas o hacías las tareas domésticas, escuchando una canción. Con la edad se vuelven curiosos, exigentes y se transforman en grandes "escapistas", así que ¿qué mejor idea que tener un espacio donde estén seguros y entretenidos con sus libros blanditos y sus juguetes preferidos, haciendo sonar bocinas, animalitos o tirando del pelo de su muñeco?
Mientras ellos descubren ese mundo de colores y sonidos, nosotros podemos ir haciendo nuestros quehaceres y recogiendo todo lo que tiran fuera del parque, cosa inevitable en cuanto consiguen ponerse de pie y la mejor manera de llamar nuestra atención entre carcajadas. Un cucú trás que les hará jugar y esconderse en su refugio favorito.
Recinto acotado lleno de novedades
Si os gusta que descubran un mundo nuevo podéis meterle dentro la alfombra de juegos, aunque algunos modelos de parques infantiles ya llevan incorporadas actividades, como el parque Melinda de Chicco, de estructura cuadrada que puede utilizarse desde los primeros meses del bebé con la máxima seguridad en los momentos de juego y relax. Realizado con tejidos resistentes y provisto de una alfombra suave y alegre para extraer y apoyar en el suelo, donde el niño podrá seguir jugando o moverse libremente.
Deja colgando algunos de sus muñecos favoritos para que se agarre a ellos y juegue a moverlos como si fueran un móvil, en absoluta libertad, experimentando la coordinación motora y manifestando su necesidad de moverse/conocer.
Si el objeto emite un sonido al ser tocado, se ilumina o presenta un material extraño al tacto, tu bebé hará un descubrimiento básico. Al principio verás que se dedica a tocar los objetos de forma casual pero con el paso del tiempo, satisfecho por la reacción alcanzada, volverá a hacerlo de manera intencionada, cada vez con mayor precisión, feliz de volver a oír el sonido o ver la luz otra vez. Ya ha aprendido que a cada acción le corresponde una reacción, a cada causa un efecto.
Suelo acolchado para los más intrépidos
Otra de las grandes ventajas de los parques de actividades es que el bebé puede empezar a ponerse de pie ayudado por sus barrotes y aunque se caiga no lo hará sobre el duro suelo, sino sobre una manta acolchada que amortiguará la caída, que aunque es desde poca distancia, muchas veces les acobarda. Además si el parque tiene cremallera será fácil de limpiar y siempre estará listo esperando los nuevos juegos de tu bebé. También podrá salir a jugar al suelo de casa cuando puedas sentarte con él en el suelo y ampliar el terreno de juego con tu supervisión.
Fácil de plegar para poder sacarlo sólo cuando lo necesites
Es importante que, dadas las dimensiones de las casas hoy en día, sea sencillo de plegar y así poder guardarlo si no lo necesitas o llega el momento de irse de vacaciones y quieres que viaje con la familia. El parque Melinda de Chicco se pliega y tiene su propia funda abultando apenas lo que una cuna de viaje.
Un montón de ventajas y una buena manera de que tu bebé se divierta y comience el fascinante mundo de la independencia.
