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¡Estamos embarazados! Comprando con cabeza para ahorrar espacio

¡Estamos embarazados! Comprando con cabeza para ahorrar espacio
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La llegada de un bebé a casa es sinónimo de compras. La habitación, el cochecito, el moisés, la ropa, la sillita para el coche, y muchos productos más, pasan de ser completos desconocidos a convertirse en un miembro más de una interminable lista de imprescindibles. Si estáis embarazados, o estáis pensando en ampliar la familia, desde Momentos Chicco os recomendamos que compréis con cabeza siguiendo estos consejos para sacarle el máximo partido a vuestras adquisiciones, ahorrando así espacio y dinero.

Compra en función de las necesidades reales

Si nos paramos a pensar un momento, un bebé necesita muy pocas cosas sus primeros meses de vida. Las podríamos resumir en: alimento, confort, descanso y protección. Es por ello que para comprar con cabeza conviene, en primer lugar, elaborar una lista de aquellos productos de puericultura que son realmente necesarios.

Primeras Prendas Para El Bebe

Si vamos un poco perdidos, podemos preguntar a familiares y amigos con niños pequeños qué nos aconsejan, pero no debemos olvidar que cada familia tiene sus propios gustos y necesidades, y lo que a unos padres les parece muy práctico, para otros puede acabar convirtiéndose en un objeto inútil que acumula polvo en el trastero.

Otra fórmula muy apropiada antes de iniciar las compras es detenerse a analizar cuántos meses va a usar el bebé ese producto en concreto, valorando si nos conviene adquirir uno similar pero que pueda usarse más tiempo. Por ejemplo, existen en el mercado bañeras para recién nacidos que nos pueden parecer una buena opción, a priori, pero que, a la práctica, vamos a usar muy poco tiempo. Si comparamos con otras alternativas, veremos que existen productos que sirven desde los 0 meses hasta los 3 o 4 años de edad y cuya elección nos resultará más práctica y económica a medio y largo plazo.

Algo similar ocurre con las hamacas, las mochilas portabebés, las mantas y alfombras de juegos y con otros productos que compramos casi sin pensar. Para sacarles el máximo rendimiento conviene que planifiquemos muy bien nuestras compras.

Cada cosa, a su tiempo

Uno de los errores más habituales de los padres primerizos es comprar cosas antes de tiempo. Bajo el pretexto de “así ya lo tenemos cuando llegue el momento” y con el objetivo de querer lo mejor para el futuro bebé, a menudo adquirimos productos que vamos a tardar varios meses en utilizar. Es el caso, por ejemplo, de la habitación del bebé, una de las primeras cosas en las que pensamos cuando nos quedamos embarazados. Y es, probablemente, la que supone un mayor desembolso de dinero. La emoción nos invade y tiramos la casa por la ventana para dejar su cuarto perfecto para cuando llegue el momento. Una bonita cuna, con un armario y cajonera a medida para guardar toda su ropita; elegimos las cortinas y las vestiduras a juego; la pintamos y decoramos con mimo y esmero…

Mama Y Bebe En Su Habitacion

Es cierto que el bebé necesitará su propia habitación, tarde o temprano, pero a menudo olvidamos que los primeros meses, o quizá más, los pasará en la habitación junto a papá y mamá, en una cuna más pequeña donde se sienta protegido. Incluso puede que, una vez haya nacido, optemos por practicar el colecho y su habitación apenas se use.

Antes de lanzarse de cabeza a comprar, conviene reflexionar un poco sobre qué nos hace realmente falta para cuando el bebé nazca (con una minicuna o moisés es más que suficiente) y el resto de muebles o accesorios los podemos comprar más adelante, en función de nuestras necesidades. En caso contrario, podemos encontrarnos con una habitación decorada y ocupada por un mobiliario demasiado infantil que en pocos años tendremos necesidad de volver a cambiar.

¿Poco espacio? Elige productos versátiles

El espacio es uno de los bienes más preciados y que más escasea en las viviendas. Si ahora que sois dos echáis de menos más metros cuadrados, cuando llegue el bebé puede ser un auténtico quebradero de cabeza. Para que vuestro día a día no se convierta en una carrera de obstáculos, una buena solución es elegir productos versátiles o con diversas funcionalidades que os permitirán ahorrar espacio y estar más confortables en vuestro hogar.

Por ejemplo, a la hora de comprar una trona para comer, fijaos bien en aquellas que pueden usarse desde el nacimiento en una posición horizontal, ya que además de utilizarla cuando el bebé inicie la alimentación complementaria, alrededor de los 6 meses, podréis usarla como práctica hamaca para las siestas. Algunas, además, son ultra plegables y ocupan muy poco espacio, factor a tener en especial consideración si vivís en un piso pequeño.

Si compráis una cuna o moisés para colocarlo en vuestra habitación por las noches, os recomendamos que busquéis uno con ruedas que permita transportarlo con facilidad. Así, cuando no estéis en el dormitorio lo podréis trasladar al salón cómodamente y vuestro bebé permanecerá con vosotros todo el tiempo, sintiéndose así seguro y protegido también durante el día.

A la hora de comprar el carrito de paseo, decantaos por aquellos que son transformables, es decir, que en un solo producto y con sencillos pasos podréis pasar del capazo a la sillita de paseo. El DUO Urban Plus es el carrito compacto de Chicco que se puede usar como capazo desde el nacimiento y, en la misma estructura y con unos rápidos movimientos, se transforma en una silla de paseo que puede colocarse en ambos sentidos de la marcha, como se aprecia en este vídeo:

El DUO Urban Plus es personalizable ya que existen diversos packs de colores para colocar en la base de color negro. Para los meses de verano, podemos optar por propuestas más alegres y vistosas como las de la línea Summer Edition de Chicco.

Duo Urban Plus Chicco

Dale un doble uso a los productos

Algunos de los enseres que compramos para los bebés, como ya hemos comentado, se utilizan muy poco tiempo y los guardamos prácticamente nuevos. Para aprovecharlos un poco más podemos prestarlos a amigos y conocidos (y a la inversa, pedir si nos los pueden prestar para nuestro bebé). Esto puede ser durante unos meses o por unos días, cosa que nos permite probar un determinado producto que dudamos si nos vendrá bien (o si le gustará a nuestro bebé) antes de comprarlo definitivamente.

De la misma forma, a medida que nuestro peque vaya creciendo, muchas cosas caerán en el desuso. Tenemos varias opciones para darles un doble uso. Podemos guardarlas, si pensamos tener más bebés o algún familiar cercano está pensando en tenerlo; podemos donarlas a organizaciones benéficas o asociaciones; o podemos intentar revenderlas para recuperar algo de aquello que invertimos en su momento.

Como veis, se trata de unas pautas sencillas y lógicas que se basan en la reflexión y la planificación de las compras, no solo durante el embarazo, si no a lo largo de toda la infancia de vuestros hijos. Comprar con cabeza os permitirá ahorrar espacio y ganar practicidad, a la vez que reduciréis los gastos.

En Momentos Chicco

Foto | iStock.com/gpointstudio/evgenyatamanenko/FamVeld

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