Remedios naturales para aumentar la producción de leche: ¿realmente funcionan?

Remedios naturales para aumentar la producción de leche: ¿realmente funcionan?
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La falta de leche es una de las principales preocupaciones de las madres que amamantan. El hecho de no poder saber cuánta cantidad ha mamado el bebé y ni calcular cuánta leche producimos, genera en muchas ocasiones ansiedad y dudas acerca de si la leche que toma el bebé es suficiente.

La inmensa mayoría de las madres son capaces de producir toda la leche que necesite su bebé (o sus bebés, en el caso de gemelos o lactancia en tándem). Y sin embargo, en ocasiones nos encontramos con bebés que ganan poco peso o madres que necesitan complementar la lactancia materna con fórmula artificial. ¿Podemos tomar algo en estos casos para aumentar la producción de leche?

Qué son los galactogogos

Los galactogogos son sustancias que estimulan la producción de leche. Habitualmente hablamos de dos tipos: galactogogos farmacológicos y no farmacológicos (o naturales).

Dentro del primer grupo existen ciertos medicamentos que, sin haber sido específicamente diseñados para este fin, pueden aumentar la producción de leche. Estos galactogogos farmacológicos sólo podrían administrarse bajo supervisión médica y durante un corto periodo de tiempo; como todo fármaco, no carecen de efectos adversos por lo que habría que poner en una balanza el riesgo y el beneficio de su uso.

Galactogogos naturales

Desde hace miles de años, se emplean plantas, infusiones y otros productos naturales con el fin de aumentar la producción de leche materna. Especialmente en culturas no-occidentales es habitual que se ofrezca a la parturienta determinadas plantas y comidas con el fin de aumentar la producción y calidad de la leche.

¿Hay evidencia de que funcionen los galactogogos naturales?

No. A día de hoy no existe evidencia científica de que los galactogogos naturales funcionen. Existen varios artículos publicados acerca de galactogogos herbales; algunos de ellos sí describen aumento en el volumen de leche y/o en los niveles de prolactina. Sin embargo, todos ellos tienen una metodología deficiente que hace que tengan muy baja calidad y sean poco fiables (pocos pacientes, muy pocos datos recogidos, pobre seguimiento, valoración poco objetiva…).

Es frecuente escuchar que a alguien le funcionó (madre, tía, abuela…) pero estas experiencias personales necesitan ser demostradas científicamente. En algunas ocasiones la mejoría puede deberse al efecto placebo: al saber que estamos tomando algo que va a aumentar la leche ganamos confianza y nos da la impresión de que producimos más.

El protocolo ABM (de la Academy of Breastfeeding Medicine, Medicina de la Lactancia materna) manifiesta textualmente que:

“Debido a que el estado actual de la investigación de los galactogogos es relativamente poco concluyente y todos los agentes tienen potenciales efectos adversos, no puede recomendar ningún galactogogo farmacológico o herbal especifico en este momento”.

Necesitamos por tanto más estudios, con una metodología adecuada, para poder determinar si estas sustancias aumentan o no la producción de leche materna.

En la Guía de Práctica Clínica de la lactancia materna y en recientes publicaciones, se analizan los diferentes artículos publicados acerca de los galactogogos naturales con similares conclusiones.

¿Son seguros los galactogogos naturales?

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La web por excelencia para consultar la compatibilidad de medicamentos y otras sustancias con la lactancia es www.e-lactancia.org, proyecto de APILAM (Asociación para la Promoción e Investigación científica y cultural de la Lactancia Materna).

Algunas sustancias son seguras (ej. Cardo mariano), pero otras, como el anís o el hinojo, podrían tener efectos adversos en el lactante. De hecho podemos encontrar descritos en la literatura casos de intoxicación en el lactante tras consumir sus madres determinadas infusiones.

Por ejemplo, Rosti publicó en 1994 la intoxicación de dos lactantes de 15 y 20 días (que acudieron a Urgencias con pérdida de peso, hipotonía, letargia y vómitos) tras consumir sus madres grandes cantidades de una infusión que contenía hinojo, anís y galega y que tomaban con el propósito de aumentar su producción láctea. Es importante destacar que las infusiones y otras preparaciones herbales no tienen estandarizada una dosis de preparación y existe la posibilidad de interacción con otros medicamentos así como de reacción alérgica.

¿Cuáles son los galactogogos naturales más frecuentemente usados?

  • Cardo mariano: de esta planta se emplean sus frutos. Se le ha atribuido un efecto protector hepático. Existen trabajos que evalúan su eficacia como galactogogo en vacas y en humanos, pero son poco concluyentes. Tiene un riesgo muy bajo para la lactancia materna ya que apenas se excreta en la leche.
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  • La cerveza, ampliamente usada en diferentes culturas por la creencia de que aumenta la producción de leche puede tener el efecto contrario. El alcohol aumenta los niveles de prolactina (hormona “encargada” de la lactancia materna) pero disminuye la secreción de oxitocina (la hormona encargada de la eyección de la leche), pudiendo disminuir la producción de leche entre un 10 y un 25%. Además, el alcohol difunde a la leche materna, afectando al lactante. La cerveza 0,0% sí puede ser consumida durante la lactancia.

  • La levadura de cerveza es un hongo que se emplea para fabricar cerveza, pan y vino a través de la fermentación. Aunque se ha usado para tal fin, no existen pruebas concluyentes de su eficacia como galactogogo.

  • Fenogreco: esta semilla ha sido y es ampliamente utilizada para aumentar la producción de leche y está incluida en diversos preparados para tal fin. Su efecto ha sido estudiado en diversos estudios, algunos de ellos sí encuentran un aumento de la producción de leche y en otros no se aprecia ningún efecto. Hacen falta más estudios para poder determinar su efecto como galactogogo. En cantidades moderadas es seguro su consumo durante la lactancia, sin embargo, en altas dosis puede producir hipoglucemia (bajada del azúcar en sangre). Además, da un olor a la orina y la leche a sirope de arce, que obligaría a descartar la enfermedad de jarabe de arce.

Hinojo
  • Hinojo: los frutos de esta planta se han empleado para tratar los cólicos del lactante y como galactogogo, pero no hay pruebas de que aumente la producción de leche; de hecho, por su efecto estrogénico podría, incluso, disminuirla. Además, no carece de efectos adversos. Están descritos 2 casos de letargia, vómitos e hipotonía en dos lactantes y en sus madres tras tomarlo en exceso. La web de e-lactancia.org califica su consumo como poco seguro durante la lactancia.
Albahaca
  • Albahaca: la usamos con frecuencia como condimento en la cocina (aprovecho para recordar la importancia de lavarla bien). Tradicionalmente se ha empleado en infusiones y como aceite esencial, atribuyéndole diversas propiedades. Al igual que con los anteriores, no hay evidencia de su eficacia como galactogogo y además, no se recomienda su consumo durante el embarazo ni la lactancia así como en niños pequeños.
Anise
  • Anís: muy usado culinariamente y en infusión para aliviar diversas molestias. Muy empleado hace años para aliviar los cólicos del lactante (y NO recomendado actualmente). No hay ninguna evidencia de que aumente la producción de leche y, a dosis altas, podría incluso disminuirla, además de resultar tóxico. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) no recomienda su uso en menores de 18 años.
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  • Manzanilla: se emplea ampliamente como antiespasmódico, digestivo y antiinflamatorio; no se tienen pruebas de que sea efectiva como galactogogo, tan sólo existe alguna publicación anecdótica. Alguno de sus componentes parece pasar a la leche materna pero no hay datos de toxicidad, por lo que su consumo moderado se considera seguro durante la lactancia.

Si tomamos infusiones de hierbas, ¿qué precauciones debemos tomar?

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  • Consultar su compatibilidad con la lactancia materna. Como dije previamente, una fuente fiable es www.e-lactancia.org
  • No tomar en exceso. Muchas infusiones son seguras en dosis bajas pero pueden resultar tóxicas si ingerimos grandes cantidades. Lo “natural” ni siempre es inocuo
  • Si estamos tomando alguna medicación, asegurarnos de que la planta no interfiere con ella. Varios productos herbales aumentan los niveles de anticoagulantes como la warfarina o la heparina.
  • Usar una fuente fiable; a veces se confunde una planta con otra con propiedades tóxicas.

¿Cuál es la mejor manera de aumentar la producción de leche?

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Una lactancia frecuente y a demanda con una técnica correcta es el mejor galactogogo. También juega un papel importante la autoconfianza materna.

Ante una madre con baja producción de leche se recomienda evaluar la técnica de lactancia y aumentar la frecuencia de las tomas, favorecer el contacto piel con piel y la autoconfianza; recordemos que la inmensa mayoría de las madres son capaces de amamantar a sus bebés. La hipogalactia primaria (incapacidad de la madre para producir leche) aparece en un porcentaje muy reducido de mujeres.

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