La determinación de una madre con una enfermedad terminal por amamantar a su bebé, a pesar de estar paralizada

La determinación de una madre con una enfermedad terminal por amamantar a su bebé, a pesar de estar paralizada
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Nadie sabía si sería capaz de hacerlo. A pesar de haber perdido el 50% de su capacidad para respirar y estar paralizada debido a una enfermedad terminal ha conseguido dar a luz a un bebé sano y está decidida a amamantarle.

Con 29 años, y dos semanas después de enterarse que estaba embarazada, recibió el mazazo: le diagnosticaron ELA (esclerosis lateral amiotrófica), la enfermedad que se llevó a su madre, a su abuela y otros familiares.

Una historia de lucha y coraje

Madre-ELA

En apenas cinco meses, Amanda Bernier pasó de ser una mujer activa a estar completamente paralizada y necesitar un respirador. Desde la semana 24 de embarazo permaneció ingresada en la UCI del hospital durante 4 meses, hasta que con 39 semanas nació su hija Peanut por cesárea, debido a una presentación de nalgas.

Tras el parto, volvió a su habitación de la UCI, donde las enfermeras la ayudaron con la lactancia de su bebé, dejándola permanecer junto a ella cuando no se están permitidos los niños en esa unidad.

Debido a que ella estaba inmóvil en la cama de hospital, probaron diferentes posiciones para amamantar y por suerte la pequeña se agarró al pecho sin problemas, como si supiera lo que debía hacer... porque los bebés lo saben, es el poder del instinto.

A pesar de sus pezones agrietados y doloridos al comienzo, perseveró en su intento y comenzó a producir leche para amamantar a su bebé.

Tras el alta del hospital, una semana después de dar a luz, fueron sus tías quienes la ayudaron a colocarle a su bebé al pecho y también a extraerse la leche con un sacaleches, pues quiere dejar reservas para cuando ella ya no esté para alimentar a su hija.

La lactancia materna, su vía de conexión

Una de las grandes preocupaciones de Amanda era cómo se relacionaría con su bebé estando paralizada. No podría cambiarle el pañal, ni darle masajes, ni jugar con ella como lo hacen el resto de las madres con sus bebés, pero la lactancia materna ha sido su punto de conexión, el vínculo que la mantuvo unida a su pequeña.

Y no, no es mejor madre por amamantar. Lo es porque a pesar de las grandes dificultades que se le presentan, tiene la firme convicción de que querer es poder. Sabe que es el mejor regalo que puede dejarle a su hija para cuando ella ya no esté.

Vía | Today Parents
Foto via | Facebook - Amanda Bernier
Más información | Amanda Angels
En Bebés y más | Razones médicas para no amamantar (II)

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