Diez frases que no deberíamos decir a una madre que da biberón a su bebé (III)

Diez frases que no deberíamos decir a una madre que da biberón a su bebé (III)
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Hace dos días iniciamos un decálogo de frases que no deberían decirse a una madre que da biberón a su bebé (frases 1 a 3 y frases 4 a 6) y parece que con seis frases ya va quedando bastante clara la intención de agrupar tantos mensajes que llegan a recibir estas madres.

Por resumir un poco, todo radica, básicamente, en no decir nada que no te hayan preguntado, en ser respetuoso y educado y dar tu opinión, o entrar en el debate, si la situación da pie a ello porque a la madre le interesan tus argumentos. Y ya no sólo eso, sino tratar de evitar decir cosas que no son verdades absolutas. Para acabar con las dos entradas hoy os ofrecemos las cuatro frases que quedan.

¿No es un poco egoísta por tu parte?

La decisión de amamantar o de no hacerlo es de la madre y del bebé. La mayoría de ocasiones es en realidad de la madre, porque si le preguntas al bebé no dice que ni que sí, ni que no, y las únicas veces que deciden ellos es cuando no hay manera de conseguir que se coja bien al pecho (por decir algo).

Entonces, como parece que la decisión es únicamente de la madre y que el bebé diría que sí al pecho, muchas personas se ven capacitadas para decirle a una madre lo que es adecuado o no en una relación madre-hijo. Darle el pecho sería adecuado y no dárselo, sería algo inadecuado y egoísta, por eso de que, "como lo decides tú, no estás pensando más que en ti".

Pero aquí hay dos tipos de decisiones, la que una toma el primer día, o antes, cuando dice que no va dar el pecho a su bebé y la que toma la decisión después de muchos días de intentarlo, sin éxito y con mucha desesperación. ¿Es egoísta la primera? Ha tomada una decisión propia que le atañe a ella y a su bebé. ¿No deberíamos respetar esa decisión? Pues sí, así que todos calladitos que no nos han pedido opinión. Y la segunda, ¿es egoísta por no seguir insistiendo? Pues lo mismo, ha tomado la decisión de no seguir sufriendo por la lactancia y es igualmente respetable y una solución que muy probablemente tomarían muchas madres que la critican, porque criticar cuando todo va sobre ruedas es muy fácil, pero cuando hay problemas uno nunca puede decir "de ese agua no beberé".

¿Cómo haréis para tener un buen vínculo?

Cuando nace un bebé se recomienda que no se le separe de su madre para que juntos inicien un vínculo, una relación, que debe ser fuerte y duradera en beneficio de ambos. Se ha visto que en caso de separación, el vínculo se ve ligeramente afectado y las madres que se han separado de sus bebés tienden a tener menos contacto visual con su bebé y a ser menos cariñosas. Pero eso no quiere decir que no sean cariñosas o que no quieran con locura a sus hijos. Ni siquiera es un acto consciente. Es una consecuencia de la separación.

Con el pecho y el biberón pasa algo parecido porque el biberón se da de manera menos frecuente, porque no hay el mismo contacto piel con piel y porque muchas veces no es la madre la que acaba alimentando al bebé, sino el padre, la abuela, el hermanito,... entonces, cada biberón que no da la madre es un momento menos que bebé y mamá pasan juntos.

Ahora bien, ¿quiere decir eso que no van a tener un buen vínculo? ¿Quiere decir eso que van a tener un mal vínculo? ¿Que no van a tener buena relación? Pues lógicamente y rotundamente no. Eso sólo quiere decir que las mujeres que dan pecho tienen más oportunidades de pasar tiempo en contacto con sus hijos y que parece más fácil que se lleven bien, pero una que da biberón también puede buscar otras maneras de pasar tiempo en contacto con su bebé: puede darle el biberón y luego ponérselo piel con piel si quiere, puede bañarse con él, los dos juntitos, como si acabara de nacer y se lo pusiera sobre el pecho, puede pasar la tarde abrazada a él, puede...

Así que la pregunta es absurda, ¿cómo haréis para tener un buen vínculo? Pues queriéndole mucho, que es lo mismo que cualquier madre que da el pecho hace con su hijo cuando ya no le da el pecho.

Pero si la leche artificial está llena de productos químicos que pueden ser peligrosos

La leche artificial es eso, leche artificial. Un producto resultante de modificar la leche de vaca de manera que un bebé la pueda tomar sin que sea perjudicial (como sí lo es la de vaca). A unas leches les añaden unas cosas, a otras leches otras y el producto debe ser lo mejor posible para un precio contenido. Quiero decir que quizás las fórmulas podrían ser mejores aún, no lo sé, pero el precio de producción podría ser mucho mayor y el gasto por parte de las familias sería insostenible (es una hipótesis personal).

Lo que no debe decirse a una madre que da biberón

Con todo esto quiero decir que sí, que la leche artificial contiene productos químicos pero constituye la mejor alternativa a la leche materna. Si una mujer no consigue amamantar a su bebé, o si no quiere hacerlo, lo más recomendable es darle leche de fórmula, por muy procesada que esté y por más que provenga de un laboratorio.

Además, la leche materna no está libre de químicos. De hecho, está llenita de sustancias varias que todas las personas llevamos en nuestro organismo como consecuencia de vivir en lugares relativamente contaminados. Sin embargo, a pesar de ello, todo hay que decirlo, sigue siendo mejor la leche materna porque el bebé va a ir adquiriendo, de todas formas, esos mismos contaminantes a través del agua, la comida y el medio ambiente. Dicho de otro modo, no es que la leche materna de las mujeres esté contaminada, es que nosotros mismos estamos contaminados, y una buena manera de saber cuánto, es analizando la leche materna.

Pues los niños que toman leche artificial siempre están malos

La leche materna contiene defensas, prebióticos y probióticos, entre muchas otras sustancias que hacen que los bebés puedan ir adquiriendo una mejor protección tras nacer. Los que toman leche artificial se pierden gran parte de eso y en consecuencia tienen más riesgo de padecer infecciones, pero de nuevo, como sucede con lo de la inteligencia que comentamos ayer, no se puede decir que los niños de teta estarán sanos y los de biberón enfermos.

Es cuestión de probabilidades y, como siempre sucede, puedes encontrarte con niños que toman leche artificial sanos como robles y niños amamantados que no salen de una y cogen otra. O sea, que sí es cierto que los que toman biberón tienen más probabilidades de coger enfermedades y de que éstas duren más tiempo, pero no es verdad que estén siempre malos.

Y de nuevo, como hemos dicho en las 9 frases anteriores y donde radica el meollo de la cuestión: "¿Acaso te he preguntado yo si crees que por darle biberón tendrá peor salud? ¿Te he pedido tu opinión?"

Fotos | Thinkstock
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