Es curioso el poder que ejerce la música en los niños. No conozco a ningún peque que no le guste y raro es el que se resiste a moverse cuando suena alguna canción o melodía.
Parece que nacemos con ritmo y una capacidad para improvisar coreografías que muchas debemos de haber perdido con los años. ¿Y qué me dices a la hora de explorar sonidos a través de instrumentos? Es como si estos bebés tuvieran un sexto sentido para sacar partido a las teclas, cuerdas o tambores.
Vale, admito que, sobre todo con estos últimos, no siempre podemos hablar de una composición muy artística, pero al menos ellos disfrutan mientras descargan adrenalina.
Señores y señoras con todos ustedes…
Y lo más importante es que encuentran una forma de expresarse y hacerse notar que va a contribuir en su desarrollo social. Muchas veces tocan los instrumentos delante de otras personas como si buscaran su aprobación. Se aseguran un público al que intentan involucrar y a veces consiguen que formemos improvisadas orquestas. Si es que no hay nada que una más que la música y encima disfrutas con ella.
Los instrumentos estrella en estas etapas tempranas de desarrollo suelen ser sobre todo los de percusión (tambores, xilófonos, panderetas…) y todos los que disponen de teclado; ya más mayores, su personalidad marca sus preferencias y les empuja a probar otro tipo de instrumentos o incluso a decantarse por alguno en concreto. El mío está en fase armónica.
Si nos preguntaran cuál es el instrumento de nuestra infancia que recordamos con más cariño, estoy segura que coincidiría con muchos de vosotros al afirmar que mi primer piano de juguete. Recuerdo desde su llegada a casa (tenía entonces 3 años) hasta el día que decidí investigar el interior de donde brotaba el sonido. Acabé con él en tan solo unos minutos y creo que en casa hasta lo agradecieron, pero el recuerdo de su tacto y de su sonido permanece en mi memoria.
El arte de la experimentación
Seguro que para algunos niños un día también será un recuerdo entrañable el Piano Perrito Aprendizaje de Fisher-Price. Un piano que además de permitirte hacer música, dispone de varias opciones de juego, como aprender palabras en inglés, reproducir canciones de aprendizaje, enseñar al niño los colores, los números, sonidos de animales y un montón de cosas más.
Un juguete con el que el niño puede aprender y divertirse a partir de los 6 meses a la vez que proporcionarle su primera experiencia musical y quien sabe tal vez también su primera manifestación artística.
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