La fetoscopia es la cirugía al feto cuando aún está en el útero: descubre cuándo es necesaria

La fetoscopia es la cirugía al feto cuando aún está en el útero: descubre cuándo es necesaria
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Seguro que en más de una ocasión os habéis preguntado por qué os hacen tantas pruebas, por qué las ecografías y por qué tanto control durante el embarazo (bueno, hay gente que considera que deberían hacerse aún más pruebas). La razón es clara: ver que todo va bien y, si algo no va bien, decidir cómo actuar.

Hay ocasiones en que la naturaleza tiene bastante mala leche (la naturaleza, la casualidad o algo que han hecho mal el padre o la madre) y el feto tiene algún problema o malformación que requiere de una intervención rápida. Tan rápida que si tuviera que hacerse al nacer sería probablemente demasiado tarde. En estos casos está indicada una fetoscopia, que es la cirugía del feto cuando aún está en el útero. ¿Fetoscopia? ¿En qué consiste? ¿Cuándo está indicada?

En qué consiste la fetoscopia

Es la operación de un feto, del cordón umbilical o de la placenta, a través de la barriga de la madre, porque tiene una enfermedad o malformación que debe solucionarse cuanto antes. La fetoscopia consiste en hacer una pequeña incisión en la barriga materna para, a través de ésta y el útero, introducir una sonda (el escopio) que contiene en la punta diversas herramientas con el fin de poder hacer la intervención necesaria de ese modo (tienen luz, cámara, un canal para hacer biopsias y los útiles necesarios para intervenir).

¿Cuándo está indicada?

La fetoscopia tiene sus riesgos, así que está indicada sólo en aquellos casos que sea necesario. Si esperar al nacimiento puede ser peligroso porque el feto podría morir antes, o si por entonces las secuelas pueden ser demasiado importantes y pueden evitarse o minimizarse interviniendo antes, se opera de esta manera.

Según leemos en Consumer, las circunstancias que hacen que una fetoscopia esté indicada son:

  • Síndrome de transfusión fetofetal: sucede cuando hay un embarazo de gemelos y los dos comparten la misma placenta. En algunos de estos embarazos se produce un desequilibrio en el flujo sanguíneo y uno de ellos se convierte en donante del otro. Si sucede esto, el índice de mortalidad es altísimo, de entre el 80 y el 100%. Gracias a la fetoscopia la situación se revierte y la tasa de supervivencia es del 75 al 90%.
  • Crecimiento intrauterino retardado (CIR): en el mismo tipo de embarazo, de gemelos que comparten placenta, puede ocurrir que solo uno de los bebés se desarrolle bien. La fetoscopia aumenta el riesgo de muerte del bebé que no se ha desarrollado bien, pero aumenta las probabilidades de que el bebé que sí se ha beneficiado de la placenta nazca sin complicaciones.
  • Enfermedades pulmonares del bebé: en caso de que se vean patologías del sistema respiratorio que puedan dificultar la respiración del bebé al nacer, como la hernia diafragmática congénita, el hidrotórax fetal y los quistes o masas pulmonares.
  • Obstrucción urinaria: algunos fetos presentan la uretra obstruida. Si esta malformación se produce muy pronto existe un riesgo muy elevado de que el feto muera. Con la fetoscopia se puede salvar la vida de todos estos bebés.
  • Otras enfermedades: hay otras situaciones que puede requerir de una fetoscopia, no contempladas por ser extraordinarias. En caso de tumores fetales, cardiopatías congénitas u otras situaciones inesperadas, puede realizarse una fetoscopia para intentar solucionar el problema y salvar la vida al feto. Aquí os contamos, por ejemplo, la intervención que le hicieron a un bebé, antes de nacer, con la que lograron extirpar un tumor gigante que tenía en el cuello.

Pero tiene riesgos, ¿no?

Sí, como ya hemos comentado, intervenir al feto tiene riesgos como el de que el nacimiento sea prematuro (entre un 10 y un 30% de los bebés nacen antes de la semana 32), que se rompa la bolsa antes de tiempo o haya un aborto (entre un 5 y un 10% de los casos) o que se desprenda la placenta (un 1% de las intervenciones). Son riesgos importantes, pero claro, debemos partir de la base de que no hacer nada es también un riesgo muy importante, probablemente mayor al de llevar a cabo la intervención.

Vía | Uno más en la familia
En Bebés y más | Extirpan un tumor en la cara a un bebé antes de cortar el cordón, Una operación fetal pionera salva la vida de una niña, La cirugía fetal reduce las complicaciones de espina bífida

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