¿Es ético rechazar una guardería pública para no perjudicar a las privadas?

¿Es ético rechazar una guardería pública para no perjudicar a las privadas?
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Hace unos días, en Alcoy, varios partidos políticos se reunieron para hablar sobre la posible implantación de una nueva guardería pública en la ciudad.

El debate surgió cuando el PP, partido gobernante, se posicionó en contra de construir la nueva guardería pública, pues podría perjudicar a las privadas.

Alcoy cuenta con 11 centros privados, cuatro públicos y uno concertado y al parecer son suficientes, hoy por hoy, para cubrir la demanda de plazas de la población. La creación de una guardería pública más provocaría que niños que están pagando plaza en una guardería privada pasaran a ocupar una plaza pública en la nueva guardería y eso “podría poner en grave riesgo 50 puestos de trabajo” (los de las trabajadoras de las guarderías privadas), según comenta el portavoz de dicho partido político.

En este punto es en el que entra mi pregunta: ¿Es ético rechazar una guardería pública para no perjudicar a las privadas?

La situación ideal para nuestros hijos es aquella que proporcione un mayor tiempo de convivencia con los padres. Esto me hace luchar y comentar a menudo que lo más beneficioso para ellos sería que las bajas maternales y paternales se ampliaran.

Sin embargo, el modelo de crianza de nuestros hijos, en la actualidad, pasa mayoritariamente por el uso de terceras personas o bien de guarderías o escuelas infantiles, ya que la madre vuelve al trabajo, en teoría, a las 16 semanas del nacimiento del bebé.

Este modelo actual, en que madre y padre trabajan fuera de casa hace necesario el uso de estos centros y el gobierno aprobó el año pasado el Plan Educa 3, para dar cobertura de educación gratuita a aquellos padres que quieran hacer uso de las guarderías públicas y (en teoría) favorecer la conciliación laboral y familiar.

Dado que el número de guarderías públicas es todavía muy bajo, y por ende lo son el número de plazas, las guarderías privadas están haciendo la labor de ofertar sus servicios ahí donde las públicas no llegan.

Existe pues, en España, una gran cantidad de guarderías públicas y privadas que están funcionando a la par para aquellos padres que precisan de ellas.

Sin embargo entiendo que, ya que el gobierno no hace demasiado por permitir que los padres criemos a nuestros hijos en los primeros años de su infancia, la situación ideal sería que existieran centros públicos para todos los hijos de los ciudadanos del país (situación que probablemente no llegue a darse nunca, visto lo visto).

Es por ello que, a pesar que 50 puestos de trabajo estarían en peligro, rechazar la creación de un centro público me parece un auténtico insulto para la población de Alcoy y, por extensión, un insulto a todos los padres que llevan a sus hijos a guarderías privadas porque no les han concedido una plaza en una pública.

Vía | Diario Información
En Bebés y más | Guarderías públicas, siempre escasas, Llevar a un niño a la guardería privada cuesta un 26% más que llevarlo a la Universidad, 100 ideas para mejorar España: ¿dónde está la crianza?, 300.000 nuevas plazas de guardería: ¿este es el camino?

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