¿Deberían los niños prematuros ser escolarizados más tarde?
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¿Deberían los niños prematuros ser escolarizados más tarde?

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Cada año nacen en el mundo 15 millones de bebés prematuros, lo que supone 1 de cada diez nacimientos. La tasa de supervivencia sin secuelas importantes es cada vez mayor, pero nacer prematuro conlleva muchas veces, problemas de salud añadidos, de maduración y de aprendizaje.

El debate sobre si sería conveniente escolarizar más tarde a los prematuros siempre ha estado sobre la mesa. Son muchos los padres que creen que esta medida podría beneficiar a sus hijos, y ya hay varias comunidades autónomas donde se permite hacerlo.

Diferentes criterios según cada comunidad autónoma

El pasado año, el Defensor del Pueblo incluyó en su informe anual la posibilidad de que los padres que lo decidieran pudieran matricular a sus hijos prematuros en el curso escolar correspondiente a su edad corregida.

El informe recogió una investigación llevada a cabo entre las familias de grandes prematuros (los nacidos entre las semanas 28 y 32 de gestación) de todas las comunidades autónomas, y fueron numerosas las quejas de los padres sobre los problemas escolares y de aprendizaje que en la mayoría de las ocasiones presentan estos niños con respecto a los nacidos a término, sobre todo cuando, atendiendo a su fecha de nacimiento, son escolarizados un año antes de lo que les correspondería de haber nacido a su tiempo (por ejemplo, el caso de un bebé nacido prematuro en diciembre pero que debería haber nacido en febrero del año siguiente).

De todas las comunidades autónomas, sólo Aragón tenía en cuenta las peculariadades que conlleva la "edad corregida" a la hora de escolarizar a los niños nacidos prematuros, y desde el curso académico 2015/16 ofrece la posibilidad a los padres de retrasar la escolarización de los niños nacidos antes de la semana 28 de gestación, y/o con un kilo o menos de peso, o cuando el nacimiento se hubiera producido en el año anterior al previsto.

Este curso académico se han sumado también los centros escolares de Ceuta y Melilla y Extremadura, y las comunidades de Baleares, Canarias, Castilla y León y Murcia afirman estar estudiando esta posibilidad de cara a un futuro.

Pero en este, como en otros tantos temas relativos a la educación, es una pena que las cosas sean tan diferentes de una comunidad autónoma a otra y, sobre todo, que no se facilite a los padres esta opción si así lo desean.

La importancia de tener en cuenta la "edad corregida"

En los primeros años de colegio, se puede apreciar una gran diferencia entre los niños nacidos a principios de año y sus compañeros de clase nacidos al final. La psicomotricidad, el control de esfínteres o el desarrollo del lenguaje suelen ser claros indicadores que marcan las diferencias entre los alumnos, según su mes de nacimiento.

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Pero si además, el niño nacido a final de año es prematuro y por tanto es escolarizado un año antes de lo que le habría correspondido de haber nacido a término, las diferencias pueden ser mucho más acusadas.

La "edad corregida" es la referencia que utilizan los pediatras y profesionales para valorar el desarrollo y la salud del niño, y es la que el niño debería tener de haber nacido en la fecha prevista.

Un bebé sano y a término va alcanzado diferentes hitos en su desarrollo en cada trimestre, y aunque cada niño marca su propio ritmo, ciertos acontecimientos como sujetar la cabeza, girarse, sentarse, gatear, pronunciar las primeras palabras o empezar a andar, suelen ocurrir, más o menos, en las mismas fechas.

Pero cuando hablamos de bebés prematuros debemos tener en cuenta su edad corregida, y ver la evolución del niño en base a este dato, teniendo presente además que, según los expertos, los niños prematuros son más propensos a sufrir problemas de memoria, atención, conducta, coordinación motora o funciones ejecutivas

Por eso, la mayoría de los padres de prematuros considera necesario retrasar la escolarización de sus hijos, para que el posible retraso que puedan presentar en su desarrollo físico, madurativo y de aprendizaje no les sitúe en clara desventaja con respecto al resto de compañeros, ni dificulte su adaptación escolar.

Dando la oportunidad de escolarizar un año más tarde, las familias se sentirían más relajadas y confiadas y se eliminarían las diferencias tan acusadas que a día de hoy existen en las primeras etapas educativas entre el alumno nacido prematuro y el resto de compañeros.

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