Risoterapia en familia: hoy toca reír un poco más

Risoterapia en familia: hoy toca reír un poco más
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¿Cuántas veces calculas que te has reído hoy a lo largo del día? ¿Y cuántas veces se habrá reído tu hijo? Seguro que algunas más... ¿Habéis compartido alguna de esas risas? Circula por ahí la leyenda de que los niños ríen unas 300 veces al día mientras que los adultos solo unas 20 veces.

Y aunque la cita sea desconocida y probablemente falsa, lo cierto es que basta observarnos y observar a nuestros hijos para darnos cuenta de que los niños se ríen mucho más que los adultos. ¿Es que vamos perdiendo con el paso de los años la facilidad para encontrarnos con humor?

Por suerte, al estar con ellos nosotros también nos reímos más y con ello mejora nuestra salud física y mental. Y siempre deberíamos estar dispuestos a reírnos más, con o sin ellos, y a hacer que ellos rían.

Desde las primeras sonrisas reflejas del bebé a las primeras verdaderas cuando reconoce nuestros rostros y se comunica mediante esa sonrisa, hasta el humor más refinado, los niños se ríen muchísimo por razones variadas, con la familia, con compañeros y amigos... La risa refuerza los lazos sociales y los niños van aumentando su círculo de afectos también gracias a las risas.

Compartir las risas con nuestros hijos nos llena de optimismo y ganas de vivir, distrae nuestra ansiedad y nos aleja de los problemas cotidianos, del estrés... Existen muchos estudios sobre los beneficios físicos de la risa y cada vez esta se utiliza como terapia: la risoterapia.

Os propongo una sesión de risoterapia con los niños, antes de cenar, al acostarnos... O mañana mismo, al levantarnos, al salir del cole, a la hora de la merienda... Facilitamos así la expresión de las emociones, nos sentimos más cercanos y más felices en un ambiente positivo y cordial, que muchas veces olvidamos fomentar en el día a día, inmersos en los problemas cotidianos.

Podemos fomentar la risa a través de los juegos, chistes, cosquillas, masajes, bailes, muecas, sonidos... Hemos de sacar nuestra faceta de payaso, de actores y actrices. Incluso podemos forzar la risa, jugar a reírse, porque la risa es contagiosa y al final acaba siendo verdadera.

En función de la edad y los gustos del niño, crearemos las risas de una u otra forma, lo que importa es disfrutar juntos de esas divertidas carcajadas. Sin dejar de lado los importantes límites y las normas o lo que hay que tomarse en serio, no nos olvidemos de la importancia de la risa en nuestras vidas, y las suyas.

Crecer riéndose, con humor, también hará de ellos adultos más felices, dispuestos a compartir y liberarse cuando sea necesario, a relativizar las cosas, humanizar conflictos y a reírse un poquito más para disfrutar de todos los beneficios de la risa y transmitir alegría a su alrededor, probablemente a nuestros nietos.

Foto | Luxt Design en Flickr-CC En Bebés y más | La evolución de la risa, Altamente recomendable: sesiones de risoterapia con el bebé

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