Juegos en la playa con los más pequeños

Juegos en la playa con los más pequeños
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Seguro que la mayoría de nuestros lectores van a disfrutar de parte de sus vaciones cerca del mar con sus hijos pequeños y, para pasarlo genial, espero que estas ideas de juegos en la playa les hagan pasar unos días maravillosos. La playa es un escenario de juego incomparable.

Un día en la playa con un niño es agotador. Eso no va a cambiar hagamos lo que hagamos, porque pretender que esté quietecito en su toalla es imposible. Pero podemos elegir entre agotarnos y divertirnos o volver a casa agotados y enfurruñados. Es una buena idea ir con un montón de ideas ya pensadas para proponerles actividades que complementen el simple baño, de ese modo la jornada será un éxito para todos.

Indispensable para el día de juegos en la playa es la seguridad, eso ante todo. Llevemos agua, protección solar y un gorro. Evitemos la exposición al calor y al sol en las horas centrales del día. Por supuesto, no dejemos a nuestros hijos sin vigilancia ni un solo segundo, pues es muy peligroso hacerlo. Tratemos de descansar bien y lanzémonos de nuevo a revivir nuestra infancia con estos juegos en la playa con los más pequeños.

Desenterrar dinosaurios

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Seguro que a vuestros hijos les encantan los dinosaurios, a los niños les fascinan esas enormes bestias prehistóricas. Venden muñecos baratos de plástico muy realistas y aunque ya tengan, podemos sorprenderlos con alguno nuevos en una excavación arqueológica improvisada en la que podrán desenterrar dinosaurios.

Podemos usar una bandeja de plástico para delimitar el espacio y que no se pierdan o hacer un recuadro antes con maderitas y cuerdas de manera que sepan cual es la zona de excavación. Con su pala o sus manitas disfrutarán desenterrándolos y mostrándonos sus descubrimientos.

Este juego, además, educativo: estimula su psicomotricidad y su capacidad de observación y podemos, luego, incorporar actividades de realización de conjuntos invitándolos a que los clasifiquen por colores, tamaños, formas o, si saben, tipos de alimentación, época en la que vivieron o grupo taxonómico (os sorprenden seguro).

Arena lunar

A los niños les apasiona jugar con la arena e intentar hacer figuras con ella, pero no siempre resulta fácilmente moldeable. Para que puedan manosearla todo lo que quieran y su trabajo sea más sencillo podemos convertir la arena normal en arena lunar.

Llévemos nuestra bandeja de plástico (como esas que usan los gatitos para hacer pipí) y asi no ensuciaremos la playa. En la bandeja pondremos una taza y media de agua, seis tazas de arena normal de la playa (arena fina, no pedruscos pequeños), tres tazas de almidón de maíz y, si queremos, colorante alimentario. Debemos removerlo todo muy bien para que no queden pegotes ni grumos.

Los niños podran poner sus huellas, hacer bolas y usar sus moldes con éxito seguro, estimulándose su imaginación, su psicomotricidad fina y su creatividad. Eso si, cuando terminéis, hay que llevarse el preparado a casa, pues, aunque no es tóxico no queremos manchar la playa para mañana.

Dragones comedores de volcanes

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Pues si, podemos alimentar a nuestros dragones en la playa facilmente. A los pequeños les va a encantar. Vais a necesitar vuestra bandeja de plástico, arena, bicarbonato, vinagre y por supuesto un dragón (que puede ser de juguete si no tenéis un huevo de dragón a mano). Haced un volcán con arena en vuestra caja y poner en su cráter el bicarbonato. Acercad al dragón hambriento volando y entonces empezad a echar el vinagre hasta que comience la reacción. ¡Es hora de que el dragoncito meriende!

Explorando la Luna

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Podemos, además, aprovechar que la arena nos deja hacer formas, para moldear cráteres lunares y llevarnos unas figuritas de astronautas para que puedan explorar. Si tenemos una pequeña nave espacial, mejor, pero igual podemos improvisarla con un cubo, que para el caso va a servir.

Nuestros pequeños astronautas descubrirán los viajes en el espacio y quizá encontrar vida extraterreste que no se conocía todavía. En este caso, el único límite es su imaginación.

Como véis, un día a la orilla del mar no es solo agua y castillos de arena, que también son divertidísimos, sino que podemos completarlo con muchas ideas de actividades que hacer en la playa con los más pequeños.

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